Los impresionistas pintaban "en plein air", bajo unos constantes cambios de luz, en unas condiciones que nada tenían que ver con las que se dan en un estudio, controladas y artificiales. Se buscaba un modo de pintar nuevo: si de lo que se trataba era de captar la sensación de un instante fugaz, sin realismo, la velocidad pasaba a ser parte del proceso. No había tiempo para eternizarse en elaboradas gradaciones de la luz, porque en ese caso se corría el riesgo de que ésta hubiera cambiado la siguiente vez que el artista mirara el motivo. De lo que se trataba era de aplicar pinceladas urgentes, toscas, como si se estuviera haciendo un apunte en lugar de ese refinamiento estudiado y templado del que hacía gala la"gran manera". No escondían las pinceladas, todo lo contrario: las acentuaban mediante pequeños empastes, con mucho color, una especie de comas vibrantes que dotaban a sus pinturas de una energía juvenil que reflejaba el espíritu de la época. Para los impresionistas, la pintura se convirtió en un medio que reivindicaba sus propiedades materiales frente al encorsetamiento y el disfraz que suponía la representación pictórica fidedigna. Will Gompertz en ¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Trdaucción de Federico Corriente Basús. Taurus Pensamiento. Madrid 2013.
Desde los primeros daguerrotipos de finales de la década de 1830 y, sobre todo, tras el descubrimiento en años posteriores de las técnicas de impresión fotográfica en papel, la relación de la fotografía y la pintura fue muy estrecha. El ojo artificial de la cámara de fotógrafos como Le Gray, Cuvelier, Nadar o Disderi, por citar a unos cuantos, estimuló en Manet, Degas y en los jóvenes impresionistas el desarrollo de un nuevo modo de mirar el mundo. La fotografía le valió al impresionismo no solo como fuente iconográfica sino también como inspiración técnica, tanto en la observación científica de la luz o en la representación de un espacio asimétrico y truncado como en la exploración de la espontaneidad y la ambigüedad visual.
Si no tienes la suficiente técnica como para dibujar a un hombre saltando por una ventana en el tiempo que le lleva precipitarse desde un cuarto piso hasta que choca con el suelo, nunca serás capaz de generar obras importantes.
Eugéne Delacroix
El esbozo de las costumbres, la representación de la vida en las ciudades (...) hay una rapidez en el movimiento que exige una rapidez igual en la técnica artística.
Charles Baudelaire en El pintor de la vida moderna. Taurus Great Ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario