Nacido en Nueva York en diciembre de 1960 en una familia con posibles, de padre contable haitiano y madre diseñadora gráfica portorriqueña, pero desgarrada, sufrió el divorcio de sus padres y cambios constantes de escuela. De joven entró en contacto con los bajos fondos, las drogas, el hip hop, el punk y el arte callejero. Empezó haciendo grafitti por las calles. En sus cuadros usa el texto y la imagen para denunciar las dicotomías y contradicciones del sistema y de las estructuras del poder. Murió con 27 años de una sobredosis de heroína en su propio estudio. Hoy hubiera cumplido 58 años. Como pasa a todos los humanos, no eligió la comunidad donde nació, y sus leyes le fueron impuestas. Usó, por tanto, su derecho a rebelarse. Por extraño que parezca, los ricos pagaron grandes sumas por sus obras.
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