Dicen que tiene un desayuno económico para ir sin prisas, pero para mí es el lugar adecuado para las insoportables siestas que a partir de abril trae la cuenca del Guadalquivir. No sé si habrá otro mejor, pero éste me basta para las copas de la sobremesa en Córdoba. A esta hora no hay demasiada gente y uno puede deambular entre sofás y salidas a la terraza, donde contemplar sus vistas hacia el puente romano, o simplemente echar unas cartas. Está en el número 1 del Paseo de la Ribera, en el ático del moderno edificio que es el parking de La Herradura. La decoración va entre lo étnico (India, Marruecos, Egipto, Túnez) y ese neobarroco blanconegroplateado. Es lo que hay.
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