esclavitud en el siglo veintiuno
La pobreza tiene el sabor de la esclavitud moderna, que implica un estado de privación, o la falta de la cantidad habitual o socialmente aceptable de dinero o posesiones materiales, junto con la negación, la escasez y el despojo de la sociedad que lo acompaña, social y políticamente. En consecuencia, si la mente y el cuerpo no son cautivos, su esperanza y sus perspectivas sí lo son.
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