jueves, 21 de noviembre de 2024

democracia, por supuesto

Hubo un momento en que llegó a pensar que la libertad era posible y que, para ello, era necesario resistirse a la autoridad bajo todas sus formas. Pero las protestas estudiantiles fracasaron y los jóvenes de las plazas se convirtieron en políticos de carrera, cambiando sus antiguos ideales de libertad por una vaga retórica de democracia. Ese fue el momento, explicaba mi padre, en que se dio cuenta de que la "democracia" no era más que otro nombre para la violencia de Estado, una violencia que, en su mayor parte, continúa siendo una amenaza abstracta que solo se materializa cuando los poderosos corren el riesgo de perder sus privilegios. Lea Ypi en Libre. El desafío de crecer en el fin de la historia. Anagrama 2024

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