jueves, 10 de marzo de 2022

el oppidum de castellar de meca


El Castellar de Meca (Ayora, Valencia) es uno de los oppida ibéricos más importantes del Levante y el Sureste de la Meseta Sur, tanto por la monumentalidad de sus restos, en buena medida debidos a su condición rupestre, como por la destacada información sobre aspectos tan variados como la organización urbanística, las fortificaciones, las puertas, los caminos y viales, los aljibes y almacenes, la arquitectura doméstica o la religiosidad. Su máximo esplendor se ha situado entre los siglos IV y finales del III-inicios del II a.C., momento en que los excavadores sitúan el final violento de la ciudad prerromana, aunque algunas de las estructuras pudieran ser algo posteriores. La presencia de material fenicio, en su mayoría procedentes de la limpieza del ‘Camino Hondo’, permitiría elevar la cronología del asentamiento al siglo VII a.C.

Ocupa aproximadamente 15 hectáreas, donde a simple vista pueden verse sus antiguas murallas, aljibes y silos tallados en piedra, su compleja red hidráulica y un impresionante camino de acceso de carros labrado en la piedra al que se ha llamado Camino Hondo. Éste es una impresionante vía estratégica de acceso usada en la antigüedad. Tiene una pendiente de aproximadamente el 30% desde su nivel, el último tramo del camino. La roca viva ha sido excavada en casi unos 5 metros y teniendo una anchura entre un rango de 1.90 - 2.15 metros. El suelo, sobre roca viva, presenta profundas rodaderas como consecuencia del paso de las ruedas de carro durante 1500 años. Además de esto se alargó para poder superar la pendiente, para ello se usó una curva cerrada hasta el centro de la ciudad. Toda esta vía en su conjunto es una verdadera obra de ingeniería prerromana, sin antecedentes en esta parte de la península ibérica. También son visibles algunas habitaciones acondicionadas en la roca, además de escaleras y sobre todo de depósitos, de este ultimo hasta más de un centenar, ello porque justamente en este lugar se almacenaba productos agropecuarios.

La ciudad ibérica, antes asentamiento del Bronce, desapareció con la conquista de los romanos, aunque la influencia ibérica se mantuvo durante un tiempo. En la zona occidental se observan restos de una torre romana, no hay constancia de que hubiera elementos arquitectónicos, aunque sí se hallaron sillares de varios tamaños bien labrados. La población fue creciendo y extendiéndose por las laderas, sobre el camino íbero inutilizado, construyéndose habitaciones medievales rectangulares. Se sabe que en el siglo XV la ciudad estaba desierta, lo cual puede deberse al brote de peste negra que sufrió la zona a mediados del siglo XIV.

Existen restos de muros de difícil datación, ya que el poblado estuvo habitado hasta época medieval (posiblemente hasta los siglos XIII-XIV). Al oeste de la denominada "Cueva del Rey Moro" se encuentra la fuente, con su caño original que ha sufrido una modificación, y en la que se aprecian unas escaleras excavadas de época ibérica, y algo más abajo el aljibe. 


Se han encontrado cerámicas ibéricas, romanas e islámicas. Las piezas prerromanas encontradas están en la ilustración superior: Moneda ibérica de Ilturo en A. Cerámicas con decoración compleja y grafito ibérico en B y C3. Materiales feniciose en C1 y crátera ática de campana de figuras rojas en C2.

El Castellar de Meca sería un importante centro económico del que únicamente queda su esqueleto impreso en piedra. La excavación científica de la ciudad pondría de manifiesto, sin duda, que estamos ante una de las principales ciudades ibéricas. Fue declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en junio de1931.


Visitable los domingos de 9 a 14 horas. Visitas guiadas concertadas con el Ayuntamiento de Ayora. Tienen una duración aproximada de 3 horas. Acceso con cierta dificultad, llevad zapatos deportivas o calzado cómodo. Tarifa general 3 €. Tarifa reducida 1´50€ (niños hasta 12 años, jubilados y poseedores carnet joven).

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