Sables, espadas, lanzas y armaduras brillan a lo lejos de la calle, el sonido acompasado y metálico del acero, la chapa y la hojalata , se armonizan con el temblor de tambores y cristales. La gente se asoma a las puertas de sus casas para ver el espectáculo, los que llegan son sus hijos, sus padres, sus hermanos. Son los Armaos, unos personajes, herederos de las indisciplinadas suizas y soldadescas del siglo XVII, que terminaron formando las secciones militares de las cofradías para acompañar a vírgenes barrocas y custodiar a cristos yacentes. Ellos son los protagonistas indiscutibles de la mayor fiesta de la primavera, la semana santa. El rojo vivo, como el de los antiguos centuriones de Roma, es el color que unifica a las diferentes compañías romanas del campo de Calatrava; las faldas, el calzado y los plumeros de sus cascos, son lo que les diferencia. Con una clara estructura militar, desde el comandante hasta el último de la tropa, hacen alardes día y noche representando a los soldados que prendieron, torturaron a Jesús. Ellos son parte de nuestra historia desde que la iglesia católica consolidó en los siglos de oro la imposición de las festividades religiosas. -Manuel Ruiz Toribio, fotógrafo, en Los Armaos
viernes, 28 de septiembre de 2018
armaos de bolaños (2)
Sables, espadas, lanzas y armaduras brillan a lo lejos de la calle, el sonido acompasado y metálico del acero, la chapa y la hojalata , se armonizan con el temblor de tambores y cristales. La gente se asoma a las puertas de sus casas para ver el espectáculo, los que llegan son sus hijos, sus padres, sus hermanos. Son los Armaos, unos personajes, herederos de las indisciplinadas suizas y soldadescas del siglo XVII, que terminaron formando las secciones militares de las cofradías para acompañar a vírgenes barrocas y custodiar a cristos yacentes. Ellos son los protagonistas indiscutibles de la mayor fiesta de la primavera, la semana santa. El rojo vivo, como el de los antiguos centuriones de Roma, es el color que unifica a las diferentes compañías romanas del campo de Calatrava; las faldas, el calzado y los plumeros de sus cascos, son lo que les diferencia. Con una clara estructura militar, desde el comandante hasta el último de la tropa, hacen alardes día y noche representando a los soldados que prendieron, torturaron a Jesús. Ellos son parte de nuestra historia desde que la iglesia católica consolidó en los siglos de oro la imposición de las festividades religiosas. -Manuel Ruiz Toribio, fotógrafo, en Los Armaos
Etiquetas:
Album Fotos,
Bolaños,
Campo de Calatrava,
Fotógrafos,
Libros,
MiBiblioteca
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario