El porcentaje marcado en las botellas de la cerveza checa no se refiere a la cantidad de alcohol -množství alkoholu-, sino el porcentaje del extracto fermentable en el mosto de cerveza -mladina-. Una diez -desítka- o una doce -dvanáctka-, es decir, las cervezas de 10° o 12°, indican cuánta malta -slad- contienen. Eso sí, cuánto más malta hay, más alcohol tiene. Una cerveza checa tiene un promedio de entre 4% a 5% de alcohol.
Hay una leyenda checa que dice que el consumo de cerveza negra aumenta el volumen del pecho en las mujeres -černé pivo zvětšuje poprsí žen-. Este mito es bastante consolidado entre los checos. Algunas chicas se han traumatizado cuando los camareros les traían “por error” cerveza negra en vez de la rubia -světlé-. De todas maneras, el lúpulo contiene sustancias que funcionan parecido al estrógeno, la hórmona femenina natural. Entonces renuevan la actividad del crecimiento de las glándulas de pecho, y así lo aumentan y hacen más firme. Da igual si es cerveza rubia o negra. Es más, la segunda incluso contiene menos lúpulo.
También es un mito la creencia en que cuanto más intenso es el color de la cerveza, más intenso sabor tiene -čím je pivo tmavší, tím má chuť plnější-. Eso no es verdad -to není pravda-, depende de la receta. Hasta la cerveza más clara puede tener un sabor muy intenso.
Algunos creen que la filtración empeora la calidad de la cerveza. La diferencia entre la cerveza sin filtrar -nefiltrované pivo- y la filtrada -filtrovaná- está en que la filtración es un proceso que alarga la fecha de caducidad. Consiste en quitar la levadura -kvasinky- restante que sin embargo le da a la cerveza un sabor más intenso y un color más turbio -zakalený-.
Y otro mito es que la mejor temperatura de la cerveza se consigue al enfriarla en el séptimo escalón del sótano. Este mito proviene de una legendaria película checa 'Mi aldeíta' (Vesničko má, středisková) donde decían que este escalón tiene la mejor temperatura. De todas maneras, el número siete tiene su importancia, ya que muchos maestros cerveceros -sládkové- sostienen que la mejor temperatura está en los siete grados.
Y otro mito es que la mejor temperatura de la cerveza se consigue al enfriarla en el séptimo escalón del sótano. Este mito proviene de una legendaria película checa 'Mi aldeíta' (Vesničko má, středisková) donde decían que este escalón tiene la mejor temperatura. De todas maneras, el número siete tiene su importancia, ya que muchos maestros cerveceros -sládkové- sostienen que la mejor temperatura está en los siete grados.
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