domingo, 29 de diciembre de 2013

los cuadernos de un misionero que no quería convertir















De todos los cuadernos que he deseado tener en mis manos, hojearlos y tocar los relieves de sus dibujos, es éste quizá el más atractivo.
El ilustrador y cuadernista francés bueno buenísimo Benoît Guillaume ha recopilado casi todas las páginas del Codex Canadensis del misionero jesuita Louis Nicolas, buscando en Internet, la mayoría de ellas en el archivo digital del Museo de Bellas Artes de Quebec. Y las ha ordenado y dispuesto en una presentación en facebook muy fácil de manejar. Aprovecho para recomendar una larga visita a su página.




"La Historia Natural del Nuevo Mundo"que incluye un códice, fue elaborado en torno a 1675 por un increíblemente imaginativo sacerdote jesuita llamado Louis Nicolas. Sus dos tomos languidecieron por separado - uno en la Biblioteca Nacional de París, y el otro en el Museo de Gilcrease en Tulsa, en el estado de Oklahoma, sur de Estados Unidos. Eventualmente, un historiador del arte de Quebec determinó tras 30 años de estudio que ambos volúmenes son obra del mismo autor y luego de identificarlo, compiló ambas partes en un volumen de 550 páginas"Esta es realmente la primera obra de historia natural de Canadá, y fue escrito mucho antes del viaje de Darwin por el Beagle o de la expedición de Lewis y Clark", explicó Francois-Marc Gagnon, historiador del arte en la Universidad de Concordia en Montreal.

Nicolas nació en Francia en 1634 y pasó 15 años como misionero en Canadá y en algunas zonas de Estados Unidos (territorio que entonces era denominado Nueva Francia), pero fue criticado por sus compañeros tras convertir a un número relativamente bajo de aborígenes a la fe católica. En cambio, pasó la mayor parte de su tiempo recorriendo el territorio y documentando las plantas y animales, retratando la América de Norte del siglo XVII de una forma artística, científica y antropológica. "No era un jesuita tradicional", comentó Gagnon. "Era un hombre extremadamente curioso y muy interesado en la naturaleza, realizó muchos viajes".

Los escritos de Nicolás describen como domesticó osos negros en el monasterio de Quebec. Dibujó ratones y alces, coles y altos árboles originarios, jefes tribales y de "curanderos enmascarados, de una forma que nunca habían sido representados en la época". También corrigió varias nociones incorrectas extendidas entonces, por ejemplo, la creencia de que los castores trabajan en equipo para construir las presas y que utilizaban un lenguaje para coordinar sus tareas (en realidad trabajan solos o en pares).

En términos de historia del arte, las particulares obras de Nicolas destacan en un periodo donde el único objeto de representación era la religión. "No hay paisajes que daten de ese periodo, por ejemplo. Pero de pronto surgió este hombre que tenía ojo para los descubrimientos científicos y sentido del humor", afirmó Gagnon."Gran parte de esto es extraordinario y divertido, desde un punto de vista literario". "Desafortunadamente los jesuitas pensaban que algunas de sus afirmaciones era inapropiadas -- no lo suficientemente religiosas". Nicolas utilizó nombres aborígenes para las especies de América del Norte, además de escribir en francés antiguo.

Aparentemente quería dedicar seis capítulos adicionales a los indígenas, pero "o no lo hizo o éstos se perdieron porque no los tenemos", se lamentó Gagnon. Muchos de estos indígenas, sin embargo, aparecen en los bocetos.



2 comentarios:

  1. Estimado Sr: Su regalo ha sido recibido correctamente en cada sitio. Todos los destinatarios estaban en casa cuando mandó esta entrada y agradecen el detallazo de contenido y enlaces pero es que son muy tímidos. Gracias por seguir confiando en internet para estas cosas suyas.
    Fdo: El Cartero electrónico.

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    1. Es el blog para mí un cajón donde archivo las cosas interesantes que la vida nos ofrece como una cesta de manjares. Bienvenidos sean los curiosos, las mentes abiertas, todos aquellos que como extraños extrañan el mundo.

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