lunes, 13 de junio de 2011

ayer, en la plaza del pueblo

 Comemos en Sol, con los últimos que aún quedan, con cierta añoranza. Allí están los documentalistas con las cámaras y mogollón de gente bañándose en la fuente, rodeada por los últimos restos de la huerta. Alba le hace unas rastas a Jose, que se queja de que los de arte lo han dibujado como un mono.
Enrique conoce a todo el mundo y todos lo conocen a él. Es el guía ideal, después de estar todos las noches dibujando y haciendo una crónica de la acampada. Ahora se pone a dibujar a los que faltan y también han estado. Todos quieren "entrar en la leyenda", como dice Elvira Lindo en un estupendo artículo, de El País de ayer, en que habla de Enrique. Me presenta a todos: "este es Sergio, de Alcázar de San Juan". Mientras dibujo su pelo naranja me dice que le llaman el Jaro. Fernando es de una ONG de médicos naturistas llamada Médicos Descalzos. Es un tío interesante, sereno, discreto. Olga pasea a sus tres perritos en un cochecito de bebé.
Mientras la brigada de limpieza cepilla el granito del suelo bajo la consigna de dejar la plaza más limpia que cuando vinieron, mogollón de reporteros y fotógrafos aficionados los rodean. Una chica levanta el cepillo y grita: "Ya tenemos muchas fotos y vídeos, lo que falta son ganas y escobas". Cuando pasan los bomberos todo el mundo aplaude, y ellos ponen la sirena. Una chica dice por el altavoz: "eso es un cuerpo, y no el de la policía". De golpe, esta frase tan machista cambia de sentido.
Todos los trastos van desapareciendo, se limpian los cristales de las cucarachas y los quioscos, con una cuchilla van levantando carteles. Poco a poco, todo vuelve a su sitio, excepto una carpa de información (una bóveda de cañón muy chula, hecha con palés) pactada con el Ayuntamiento.
Hoy las asambleas son rápidas, efectivas. Dibujo la del Corredor del Henares y luego la General. La gente, sentada en el suelo, deja pasillos sin que nadie se lo pida, esto funciona. Todo el mundo se respeta, no hay agresiones. Se usa el llamado aplauso mudo, que consiste en levantar las manos y agitarlas. El moderador es un tío muy válido, muy efectivo. Lo agiliza todo y mete algunas morcillas para que el ánimo esté siempre arriba y la gente no se aburra. Un chaval lleva una camiseta amarilla con un texto bonito: por fin tenemos plaza en este pueblo. Sólo queda una pancarta: sabemos el camino de vuelta.
Pintan una grande que pone: Represión. Libertad de expresión, y se van todos detrás en manifestación. Nosotros nos quedamos con los remolones. Han puesto una placa metálica bajo el caballo: DORMÍAMOS. DESPERTAMOS. Plaza tomada. Eso pone. Alguien pone velas y no me gusta nada, le da un aspecto fúnebre. Me pasan cigarros y cervezas mientras dibujo a los porras. Se oyen los martillazos de los que hacen el punto de info. Quedan dos grupos de tiendas con algunos acampados que pretenden seguir. La asamblea propone que se vayan a otro sitio y que la Puerta del Sol, siga siendo un espacio asambleario.























A las dos o así, volvemos a casa. Nos preguntamos por la deriva de todo esto. Enrique escanea los últimos dibujos y los manda a la imprenta. Se editará un libro con todos los que ha hecho desde el 15M hasta hoy. Con el sonido del barrido del aparato, me quedo frito.

El dibujo de abajo es de Enrique. Yo también estoy inmortalizado dibujando la última asamblea.

3 comentarios:

  1. UN buen y bonito trabajo. El cuaderno testimonio, testigo, es un clásico, pero a veces nos lo olvidamos. Es de agradecer que nos lo recordéis con trabajos tan excelentes. También he observado, que al igual que la cámara de los reporteros te permite estar en las guerras sin ser parte de ellas, el cuaderno permite estar en los sitios siendo mero observador.

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  2. Buena crónica y dibujos si Señor, (incluido el que te hizo Enrique)

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  3. Qué buena crónica y mejor dibujo..!

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