
Isaac Díaz Pardo (Santiago de Compostela, 22 de agosto de 1920 - A Coruña, 5 de enero de 2012), artista, empresario y fundador del grupo Sargadelos, hijo de Camilo Díaz Baliño, el escritor, artista gráfico e intelectual galleguista asesinado y cuneteado en 1936. Antes de que estallara la guerra pintó las piedras de la plaza del Obradoiro con un gran mural de letras vanguardistas donde se leía: Estatuto Autonomía de Galicia. Sí.
Funda la fábrica O Castro y se hace empresario sin querer. Sin embargo, eso no le hizo un sedentario o un conformista. Sus inquietudes le llevaron a viajar a Argentina en 1955, donde tomó contacto con la intelectualidad exiliada. De su reencuentro con Luís Seoane –a quien había conocido en el taller de su padre– surge en 1968 Laboratorio de Formas que, inspirado en las experiencias de la Bauhaus, era una institución sin fines de lucro para recuperar la cultura gallega perdida. Una de las primeras iniciativas fue proseguir la actividad industrial de Sargadelos, que había cerrado en 1875. Y así, en la década de los 70, se inaugura la segunda edad de oro de la loza que había creado Antonio Raimundo Ibáñez en 1806. Isaac se implicó a fondo. Volcando su experiencia de O Castro, colaboró con artistas plásticos locales y juntos buscaron una iconografía que diera fuerza a las cerámicas: una imaginería que bebía de la historia de esas tierras pero con una interpretación moderna. Pensaba que todo lo que hizo el hombre es cultura, y no despreciaba nada a la hora de buscar inspiración. También reforzó la identidad propia de la marca con dos tonos hoy míticos: el azul cobalto y el rojo intenso.
Inventó el diseño Monférico, abstracto y geométrico, y Portomarínico, con relieves y sin ningún color. El grupo, bajo su dirección, llegó a tener una treintena de tiendas-galerías repartidas por España, Oporto, Milán y La Habana, pero diferencias con los accionistas, le apartaron de sus funciones en 2006. Hoy su fábrica de Cervo ha sido declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. En sus 40 años al frente de Sargadelos, Díaz Pardo insufló nueva vida a las cerámicas que, desde Galicia, conquistaron el mundo.
Inventó el diseño Monférico, abstracto y geométrico, y Portomarínico, con relieves y sin ningún color. El grupo, bajo su dirección, llegó a tener una treintena de tiendas-galerías repartidas por España, Oporto, Milán y La Habana, pero diferencias con los accionistas, le apartaron de sus funciones en 2006. Hoy su fábrica de Cervo ha sido declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. En sus 40 años al frente de Sargadelos, Díaz Pardo insufló nueva vida a las cerámicas que, desde Galicia, conquistaron el mundo.
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