-Padre, yo la quiero; padre, yo...
-No, ésta es pa mi Mari Tere, que es la más pequeñita.
Bueno, la acostó con ella. Y en medio de la noche dice la muñeca:
-Mari Tere, quiero cagar.
Dice:
-¿Que quieres cagar?; pues ¡hala!, pues te pongo.
Bueno, usted no sabe todo lo que llenó: toda la habitación y todo lleno. Se levantan por la mañana y todo eran dineros, lo que había cagao la muñeca, ¡tó dinero! ¡Se pusieron de contentas que usté no sabe!
Pues ya llaman a la vecina y la vecina dice que se la dé. Dice la niña que no se la da, y la vecina que sí...
-Te damos unos pocos dineros y no te damos la muñeca.
Pero aquel día le dieron la muñeca; ya las convenció y le dieron la muñeca...
-Muñequita, ¿quieres cagar?
-No.
-Muñequita, ¿quieres cagar?
-No.
En esto que dice la muñeca:
-Quiero cagar.
La pone y todo todo todo lo llenó. La vecina, tan contenta, esperó a que fuá de día. Cuando fue de día vio que todo lo que había cagao era mierda. Coge la muñeca, la vecina, y la tira. ¿Ande cae?; al corral del rey. Sale el rey a hacer sus necesidades, coge la muñeca, se limpia el culo y no se la puede despegar; la muñeca la llevaba a toas partes que iba, en el culo pegá.
Echan un pregón:
-¡Que al hijito del rey se le ha pegao una muñeca en el culo y no puede nadie quitársela; que la que se la quite, se casa con ella!
Pues fueron las niñas y, en cuanto que vio la muñeca a la Mari Tere, se quitó de con el rey y se fue con ella. De modo que allí celebraron su boda y se casaron y fueron felices, y a mí no me dieron nada.
Cuento grabado a Genoveva Cuadra Palomo, de 68 años, campesina y de Corral de Calatrava, en abril del 81, y recogido en su libro de Cuentos tradicionales recopilados en la provincia de Ciudad Real, del Instituto de Estudios Manchegos (1984) por Julio Camarena Laucirica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario