miércoles, 9 de julio de 2014
verdolagas
Esta planta rastrera suculenta (portulaca oleracea) de tallos blandos, rojizos y acuosos y que crece en las huertas, se considera por aquí como una mala hierba. Es una hierba perfectamente comestible con un ligero amargor que recuerda a los espárragos. Puede comerse cruda en ensalada, frita en revuelto o tortilla, hervida y luego sofrita como las acelgas, o en pote con su propio caldo. Lo más importante es lavarlas a conciencia, pues al ser rastrera puede tener mucha tierra. No se te ocurra cogerla de cualquier lugar, ten en cuenta que los agricultores suelen echar herbicidas tóxicos y abonos químicos sin miramientos.
Éstas cayeron en una tortilla bastante rica.
El pigmento rojo de sus tallos se debe a la betacianina, un potente alcaloide antioxidante.
Sus semillas aparecen en vainas, por lo que es posible su cultivo. Aguanta suelos pobres, secos y compactos.
Cuidado de no coger en terrenos abonados, guardan mucho nitrógeno.
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