Visitamos Roma en Junio de 2005. Nos fue de gran ayuda la cantidad de fuentes de agua potable que hay por sus calles. Es una ciudad hermosa que mantiene su pasado. Aunque exagerada, hay rincones asequibles para estar a gusto en silencio. Me llamó la atención que los comercios no hubieran destrozado los bajos de los edificios, como hicieron y hacen por aquí. De ella nos llevamos muchos recuerdos. Algunos de ellos vuelven mirando las páginas de este cuaderno.
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