Atravieso la infecta primera parte, con dos térmicas, la refinería de Repsol y un almacén de reservas de hidrocarburos, y, finalmente, llego a Villanueva de San Carlos, pueblo de colonos de la época de Carlos III, que tiene su propia calle. Doy una vuelta por la plaza, su pequeña iglesia y la fuente de los caños. Después una cervecita en El Frenazo. Se llama así por en él está el indicador al pueblo y hay que frenar fuerte al verlo de golpe. Lo dibujo con el beneplácito de Antonio, el dueño, que se pone como loco cuando ve que él también está en el dibujo y llama a su madre, la cocinera, y a su hermana, por teléfono, que le deja su móvil para fotografiarlo. Naturalmente, me invita a la caña y las bravas.
Después me acerco a La Alameda, una pedanía de Villanueva por la que pasa el río Ojailén, creando un paraje verde lleno de álamos. Aquí el prior de la Orden de Calatrava hizo una casa para el veraneo de los freires cistercienses de la Orden, con su huerta y frutales, ya en tiempos de paz.
Pregunto por la casa grande y antigua del prior en el bar Alameda, pero nadie sabe nada del prior. La casa más grande y antigua es esa que hay enfrente, me dicen. Me instalo en la terraza y la dibujo jalándome unas tapas y un bocata de beicon. Después veo la iglesia y el cementerio que hay a su vera, completamente comido por la hierva.
En Belvís, pueblo originario de los dos anteriores y ahora pedanía del primero, no encuentro nada reseñable, un centro de mayores donde sólo veo sillas vacías y una escuela sin niños. También una iglesia cerrada y casas viejas. Desde la iglesia dibujo el gran collado y los dos castillos a ambos lados: el de Calatrava la Nueva y el de Salvatierra.
El Castillo de Calatrava la Nueva es un castillo impresionante, con varias murallas concéntricas, construido sobre la roca de un empinado cerro, para uso de los monjes guerreros calatravos, una vez ganada la batalla de las Navas de Tolosa (1212), para cuidar de esta frontera natural. En 1217 los freires cistercienses abandonan el castillo de Calatrava la Vieja, cerca de Carrión, a la orilla del Guadiana, y se instalan aquí, para habitarlo durante 600 años. Tenía una población numerosa, aparte de los monjes, castillo, iglesia, cementerio, molino, almacenes, hospedería y cuatro aljibes para recoger el agua de lluvia.
La subida rodea el cerro como una espiral, dando una vuelta y cuarto, de Sur a Oeste, pudiendo verse todas sus caras. El cerro tiene peñones verticales impresionantes, que forman parte de murallas y muros. Se está reconstruyendo a base de trabajo de voluntarios en las vacaciones estudiantiles, yo creo que de una manera exquisita, usando los materiares del terreno y sobre unos planos muy reales.
La joya de la fortaleza es la iglesia, del siglo XIII, en la transición del Románico al Gótico, de tres naves, muy austera y con un gran rosetón en la fachada, por donde el sol de la tarde la ilumina de una forma muy especial, mágica. Las nervaduras son de piedra volcánica, así como el rosetón y la puerta principal, de un color rojo oscuro. En el lado izquierdo (Norte) hay varias capillas y en el derecho una puerta que da al claustro. Junto a la puerta principal puede verse uno de los aljibes y el pequeño cementerio de los monjes, que tenía dos laterales (Norte y Oeste) cubiertos y arcados. Cuando dibujo la fachada me tengo que ir porque van a cerrar. Dibujo entonces las vistas del Este, con Calzada de Calatrava, el pueblo de Pedro Almodóvar y donde yo estudié quinto de Bachillerato, al fondo, y, bajando un poco, las del Sur, con la Sierra de Puertollano al fondo.
¡Pues si que te ha cundido el día!
ResponderEliminarEso iba a decir: ¡TODO EN UNA JORNADA! Y eso que los días van siendo más cortos...
ResponderEliminarSe ve que las bravas, las tapas y el bocata beicon inspiran lo suyo :)
He metido un plano para que veáis que todo está muy cerca. La Alameda está a 4 kilómetros de Villanueva, Belvís a 2 de La Alameda y el Castillo a 5 de Belvís. Si subiéramos a la sierra, veríamos Mestanza al otro lado.
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