viernes, 20 de mayo de 2011

café central

Al anochecer nos vamos a tomar un café al Central, en la Plaza del Ángel. A mi lado, dos cuarentones hablan de un proyecto de película. Uno de ellos me pide enseñarle el cuaderno, le gusta. Lo que más le gusta es que tenga texto. Es realizador y su compañero es director de fotografía y quieren hacer una película en Tomelloso. Alguien está haciendo allí un casting y tienen mucha ilusión. Se presentan. Me comentan que buscan una subvención de la Junta de Comunidades. Y que un amigo suyo, Joaquín López Cruces, hace unos cuadernos parecidos a los míos, pero con menos texto.
Ya en casa, miro internet. Joaquín es un almeriense del 57, ilustrador y cuadernista. Aparecen en una foto Enrique y Toña.  Enrique, el gurú de los cuadernos, pienso para sonreir.

Notas y dibujo del 2 de marzo de 2009.

A pesar de su aspecto modernista, suponemos que intencionado, el café Central se inauguró en 1982. Antes fue un negocio de espejos y cristales.

el hondo

























Aparte de la Sierra del Moral, uno de los parajes más bonitos de Bolaños es El Hondo. Como su propio nombre indica, es una hondonada entre La Celada (donde está la huerta) y Las  Lomas, cuyo origen es volcánico, como sugieren los basaltos encontrados y su cercanía a la Yezosa (otro volcán). La explicación que se da de que no esté elevado sino hundido, es que es un volcán muy erosionado y, otros, que es un volcán de explosión. Lo cierto es que es como una gran caldera de tierra gris y fértil. Con muy pocos sedimentos, por lo que se considera que ha estado contínuamente habitada. Allí se han encontrado restos cerámicos medievales árabes (especialmente un candil circular y plano, ya desaparecido), restos de construcción , un pozo y grandes bloques de basalto redondeados y desvastados.
Se cuenta que caminando El Lobico, de niño, junto a su padre por las lomas, éste le dijo: "papa, si el hondo fuera una sartén de pisto,¡qué sopáncanas!".

Cuando yo era niño había una serie de alamedas (de olmos, álamos negros o negrillos) que formaban casi un círculo. Hoy ha desaparecido la parte del suroeste. Recuerdo esta parte desaparecida atravesada por un camino que acababa en una zona amplia como una catedral, en que las columnas eran troncos altísimos, desgarbados, y las hojas estaban en lo alto tapando el sol. El suelo de hojas secas donde te podías revolcar a gusto. Allí jugábamos muchas veces, hacíamos chozas de madera y escondíamos cosas en los huecos de los troncos. A veces un hermano mayor decía haber visto un duende o un gnomo, pero yo jamás lo vi.
Muy cerca, mi abuelo cultivaba alfalfa para las vacas. Cuando Ulpiano iba a segarla, todos nos apuntábamos y bajábamos en el carro. No puedo olvidar el olor de la alfalfa recién cortada, un olor fuerte que hoy tengo como uno de los más agradables. Lleno el carro, nos tumbábamos todos encima de esa montaña verde, húmeda, olorosa, suave y fresca, y volvíamos a la huerta. En una de esas ocasiones, en que yo no me subí a lo alto del montón y caminaba junto al carro, me escurrí y caí delante de la rueda, que me pasó por encima con toda la alfalfa y mis hermanos arriba. Después del susto, me levanté y se quedaron mirando si mi cuerpo estaba entero. Sólo tenía rasguños en las partes salientes de los huesos. Afortunadamente, la rueda era de goma (Aún le debo un exvoto a la Virgen del Monte).

El Alcalde nos contó, el otro día, que, en el nuevo plan de urbanismo, el Hondo será zona protegida como espacio natural. Me alegro si esto sirve para no podar tantos viejos olmos; aunque creo que la mayoría de los que quedan siguen en pie porque eran propiedad de mi abuelo, y ahora de mi madre, ambos sin nigún ánimo de vivir de los cultivos.

En estos días de lluvia, se ha convertido en un pequeño lago. Los caminos y la avena desaparecen bajo el agua y, a veces, aparecen garcejas. La gente pasea hasta abajo para admirarse.
Así es como hoy lo he dibujado.

jueves, 19 de mayo de 2011

muchas felicidades a toña

No sólo le han publicado su cuaderno de viaje a Argelia, sino que ahora, además, ha ganado el Premio de Ilustración de la sexta edición del Concurso Internacional Álbum Ilustrado Biblioteca Insular Cabildo de Gran Canaria (inspiración-expiración) copatrocinado por la editorial Edelvives, por su obra, junto a su amiga maña Helena Santolaya, Nada el pensamiento. Me alegro un montón de que su maravilloso trabajo sea cada vez más conocido. Enhorabuena!
       Quien quiera verla en persona, presentará su libro Bienvenidos a mi país, recién publicado por Edicions de Ponent y basado en sus dibujos sobre Argelia, en Sevilla (20 de mayo), Lebrija (22 de mayo) y Madrid (10 de Junio).

Más información sobre sus cuadernos y demás obra: aquí.

le llaman democracia y no lo es


























Muy interesante el seguimiento que está haciendo Enrique Flores en su blog de la acampada de la Puerta del Sol, donde podemos seguir la cotidianidad del movimiento, muy lejos de los noticiarios. Se ha puesto interesante de verdad. El blog, el movimiento y la posición de medios y partidos. Me encanta. En la tele vemos viejos líderes de la izquierda revolucionaria, periodistas descolocados y otros muy cabreados en las televisiones privadas (¡ellos si que están indignados!). Los manipuladores hablan de manipulación. Lo interesante es que nadie habla del origen y la raíz del movimiento. Nadie quiere plantearse qué tipo de democracia es la nuestra y si puede ser más representativa, o sea: más democracia.

Arriba: cuaderno de Enrique con uno de sus dibujos fresquitos, robado de su blog.

18 maio 2009: porto
























Sueño que estoy en una fiesta privada muy elegante. Las mujeres llevan vestidos negros años cincuenta y collares de perlas. Creo que incluso la imagen es en blanco y negro, y estoy en medio de una de esas comedias americanas que me tragaba en la tele de niño. Charlo con Maru y una amiga muy pija que se ha echado. Yo trato de hablar con la amiga con ese tono insultante-bromista que usaba Gary Grant para ridiculizar a la chica que quiere pero que trata de demostrar que odia, y así estar a tono. Se molesta mucho conmigo. No se si es su papel o es que le estoy cayendo mal. También está Tola, a quien le pregunto si tiene miedo de la muerte. Yo sólo al dolor, al sufrimiento continuado. Y lo único que sentiré es no ver cómo cambia el mundo, cómo han crecido los árboles, en qué se han convertido las ciudades, qué sistemas económicos han inventado.

Pagamos cincuenta euros y dejamos los macutos. Salimos al sol, al café Ceuta, lleno de hombres. Precioso: mesas, sillas, techos altos, espejos y critales viselados con barcos de vela. Abajo un salón alucinante con diez mesas de billar, que duermen bajo unas lonas verdes. El dueño me lo enseña y me cuenta que ya no da dinero, que sólo se acercan unos cuantos a la tarde noche. El billar es de otros tiempos (yo sé que también el café, la gente y el ritmo de esta ciudad).
























Santa Casa de Misericordia, número 5 de la calle de las flores, livros nuvos e usados, revistas de ilustradores en el 28 de la misma calle (O Espectro, O Sorvete, Les Humoristes, Simplicisimus, Ilustré National), el patio de la Bolsa, su restaurante y biblioteca, la Casa del Príncipe.
Bajamos al muro y nos tomamos una cerveza. Sale una señora con muleta y bigote, pone el trapo sobre la mesa. Pega el sol y se está en la misma gloria.
























Por el muro del Duero vamos paseando y luego subimos hasta los jardines del Palacio de Cristal. Era un palacio que se hizo en una Expo Universal, y ya no existe más que el nombre. Lo que existe es una cúpula marciana y verdosa que parece el esqueleto de un erizo decorado por el capitán Nemo, para vivir en las profundidades del Océano.























Hoy es un día diferente a los demás, muy luminoso. Pasamos por el jardín del Hospital De San Antonio. Los cedros del Líbano. Paseo de plátanos. Esculturas juguetonas de Juan Muñoz. Nos sentamos en la terraza del Café Conlelas. Dibujo el quiosco de la música, el paseo y los vecinos modernos. Museo de fotografía en un laberinto de mazmorras. Porto del 2007 del abuelo George Dussaud.
Comemos el buffet del centro comercial de Santa Catarina por cinco euros. El café en el Aviz, al lado de la pensión. Nos despedimos del maravilloso mercado de Bolâo, de los carteles chulos de las tiendas, del Duero.
Esperamos media hora en el metro. Ya de camino, en la estación de Ntra. Sra. da Hora, veo que un chaval coge algo del suelo (el tren va sobre la superficie) y lo lanza al tren. Suena un fuerte golpe. Estalla una luna de las ventanas. Un hombre sale corriendo asustado y se mira en un espejo para ver si tiene heridas. Me doy cuenta de que un gamberro ha tirado una piedra, ¡acojonante! El conductor ha parado el tren. Pone un cartel que reza: sem servicio.

Ya estamos instalados en el avión. Beni se duerme. El del pelo castaño ha muerto. Se colocan los últimos despistados. Me gusta que las compañías no sean tan rígidas, aunque tengamos que esperar. Un sueño y estaremos bajando a Madrid. Espero que sin la compañía de Gary Grant.

miércoles, 18 de mayo de 2011

17 maio: porto

El Aviz está cerrado, así que me instalo en la terraza de la cafetaria Pingo de Cimbalino, en la misma plaza de la pensión. El sol pega fuerte y se está en la gloria. Cuando baja Beni, nos vamos a ver el Museo Nacional de Soares dos Reis. Cruzamos una auténtica marea de mujeres con camisetas contra el cáncer de mama. En general, no me resulta muy interesante. Sólo algunas pinturas del XIX de aspecto triste y rancio, los dibujos populares de la cerámica potuguesa, la cerámica azul china y dos biombos japoneses de la escuela Kano. Demasiado espacio para tan pocas piezas, cafetería de diseño y un chelo para un grupo de abuelas que no paran de hablar, como si el museo fuera su casa.
 Llueve mucho. Nos cobijamos en el Café do Carmo, en la plaza de Carlos Alberto. Menú barato y gente sin demasiados posibles. Dibujo a la camarera, bendecida por la dulzura. Llueve tanto que Beni se va a la pensión a ver la tele mientras yo me doy una vuelta. En la Plaza Joao I, los chavales bailan. Me quedo un rato viéndolos y dibujándolos. En el Fnac toca el grupo Bluezebu, presentando su disco Born a Lion. En la Praça de Batalha los banglas juegan a una especie de beisbol (criquet?) delante del teatro medio derruído (Cine Aguia). Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro es una iglesia extraña y cuadriculada, con vitrales y suelo de madera.
Finalmente, una fábrica de sedas convertida en un centro comercial vacío (otro engaño). Lo mejor: las enormes fotos en las paredes de la antigua fábrica. Hay una cafetería gigante con una tele con una gran pantalla donde ponen los partidos de fútbol. Nadie atiende y la gente los ve sin consumir. Está en la Rua Fernan de Tomás, un poco más arriba de la Iglesia de Santa Catarina.
Quedo con Beni. Vemos cómo el Benfica gana 3-0. La cafetería Ceuta está cerrada, tiene muy buena pinta. La dejamos para mañana.

martes, 17 de mayo de 2011

kalimán, el hombre increíble





Quien haya viajado a México sabe que jamás se va a aburrir, porque allí puede encontrar todo tipo de alicientes, estímulos de lo más variado. Yo encontré dos joyas en Puebla: al cantautor revolucionario Andrés Contreras y algunos números del tebeo semanal Kalimán, el hombre increíble, editado ese año (2003) con copring del 69. De Andrés Contreras y sus canciones escribiré otro día.

Caballero con los hombres, galante con las mujeres, tierno con los niños, implacable con los malvados. Así es... Kalimán! El hombre increíble.
Así se iniciaban las exitosas radionovelas de este famoso superhérore, formato en el que nació en 1963, en miles de capítulos de media hora. Fué creado por Rafael Cubierto Navarro y Modesto Vázquez González. En 1965 pasó a los tebeos, donde llegó a la fama. Se publicó semanalmente durante 26 años, incluso llegó a la  gran pantalla, en 1972,  con actores cairotas, mexicanos y españoles, ¡qué lujo!




Kalimán (hombre inteligente y fuerte) es descendiente de la dinastía india Kalí, y va siempre acompañado de un niño egipcio, Solín, descendiente de faraones. A pesar de su promesa de no matar a nadie, ha luchado contra narcotráficantes, vampiros, seres místicos, nazis, extraterrestres, hombres lobo, traficantes de armas, zombies...¡Cuánto placer supondría recuperar sus aventuras!


Os acerco algunas viñetas representativas para abrir boca. Arriba: su maravilloso convertible, que más abajo maneja de forma increíble superando los abismos. A la izquierda: una página rebonita con dos discursos paralelos demostrando sus superpoderes y la humildad con que nuestro héroe los acepta. Más abajo: los superpoderes de su chica. Y finalmente: los increíbles consejos semanales de nuestro hombre increíble.



Por esas cosas que nos pasa a la gente torpe ante una computadora, no puedo enseñaros al malvado Zafiro, hijo de rey watussi. Villano sin escrúpulos, usa traje y corbata a lo ejecutivo, coronado con el gorro del hombre de negocios egipcio (o turco), una clara crítica a la corrupción en el mundo de los negocios. Ya habrá otra ocasión.

Mucha gente habrá encontrado múltiples analogías con nuestro Roberto Alcázar y su Robin particular: Pedrín. No es extraño, pues en cualquier sitio que impere la maldad y los villanos campeen a su libre albedrío, aparecerá un buen hombre cultivado en los gimnasios y escuelas de artes marciales que luchará contra la villanía.

En 1999 perdió su coletilla de el hombre increíble, por problemas legales con la Marvel, pero La Masa jamás se registró en castellano como hombre increíble sino como increíble Hulk. Entonces, su alias volvió a las portadas 






Sobre Roberto Alcázar y Pedrín, podéis leer un artículo chulo aquí. Y para más información audiovisual sobre nuestro héroe: aquí. Y aquí su sitio oficial.

16 maio: guimarâes-porto


Sueño con películas fuertes, de la Naturaleza cabreada. Rayos, truenos, tormentas, fuerte lluvia. Recuerdo algunos títulos como Entre peñascos o El cielo de los pobres. Son como sueños subtitulados con una referencia a Cumbres borrascosas.
Trato de dibujar la esquina del reloj del mercado y fotografiar a esa gitanilla tan guapa que vende calcetines. Cuando la tengo delante mirando la cámara con esos ojos preciosos, la madre se la lleva airada, tirando de su brazo.
No para de llover y es imposible dibujar. Me meto a otra cafetería que lleva un menda super simpático (parece homosexual) que me habla en español. La música es bonita y triste. La cafetería se llama Oasis (en casi todos los pueblos de España hay una cafetería Oasis). Tiene las paredes llenas de fotos de un jugador con la camiseta de la selección portuguesa. me dice que sí, que él jugó con la selección: Osvaldinho en el 74-75, con esa camiseta ajustada de los setenta. Catorce veces internacional con la selección rojiverde.
 Dice que soy un pintor, un Picasso, un Dalí. Me pone un disco en castellano, tipo Trío Los panchos: sombras no más acariciando mis manos.
En la pastelaria Supremo Gusto, compramos los dulces típicos: tocino de cielo, tortas de Guimarâes, pasteis y tortas da Penha. Vamos a la estación y compramos dos billetes para Porto. Es un autobús expresso, directo por autovía, que sólo tarda cuarenta minutos.

Muy interesante la Rua da Fabrica con librerías de viejo. En la pensâo Duas Naçoes nos dan una habitación de cuatro camas elevada sobre el tejado. Desde sus ventanas se ven todos los tejados de Oporto, y el nuestro.

Siguiendo las calles Torrinha y Campoalegre, llegamos al Jardín Botánico. Es un palacete rodeado de jardines e invernaderos, el sitio ideal para ser felices dedicados a las plantas. Hay árboles muy interesantes como el liquidámbar y un madroño gigante (en mi vida he visto cosa igual), algunos cedros del Líbano, sequoias, tejos, mirtos australianos, y la planta grasa llamada jade, grande como un arbusto. También muy chulo el jardín de los cincuenta, con los estanques circulares cruzados, con nenúfares.
























Se pone a llover y nos metemos en un bar de estudiantes con una promo de dos minis (quintos de cerveza) por un euro. El local tiene ordenadores para jugar on line y está lleno de crios. Apreta tanto la lluvia que nos tragamos la peli de ciencia ficción-vampiros que pasan por la tele. Llueve a mares. El dueño pone el fútbol. Entonces pedimos una sopa y un bistec. Nos juntamos: un abuelo forofo del Oporto, dos banglas del Oporto, una familia de cinco hermanos y la madre, unos cuantos chavalillos de la red, sus abuelos, el simpático dueño y dos paletos de Ciudad Real. La impresión es que esto no es Oporto.
Al descampar, acabamos en el Aviz, un café con unas sillas preciosas, en la calle de las librerías. Dos galaos descafeí y una visita a la casa de banho, con una puerta semicircular y diseños de un mundo que agoniza, en que había cierto interés en hacer cosas bonitas.
Este café resulta una buena alternativa para sábado la noche: gente joven alternativa sobre sillas chulas en un sitio agradable. Una chica escribe en un cuaderno. Después de oír unos cuantos chascarrillos y unas risas, salimos a la calle, donde el viento nos trae el guantanamera guajira guantanamera en la noche que el agua ha lavado.

lunes, 16 de mayo de 2011

al fondo hay sitio






















Por primera vez, creo haber reunido todos mis cuadernos de viaje y diarios gráficos, ordenados cronológicamente. ¡En qué poco espacio pueden meterse más de tres décadas de memoria externa!
Lo mejor es que sus imágenes son llaves que abren mi memoria a un montón de sensaciones que ya he vivido y estaban más abajo de los talones.

15 maio 2009. guimarâes














Sueño que llevo la moto de Jesusete por un camino de tierra y él va de paquete. Ya me duelen las muñecas de aguantar los baches y le digo que no la llevo muy bien. Entonces agarra el manillar con los pies y acelera a tope. Le digo, asustado, que prefiero llevarla yo, pero me responde que ahora viene una zona de curvas que le encanta.
Nuestras ventanas dan a un pequeño huerto con palmeras. Portugal está lleno de palmeras. Muy poca gente fuma. Está prohibido en los sitios públicos. Se fuma en las puertas de los bares, pero poca gente. En algún club o asociación se ve a alguien sacando medio cuerpo por la ventana y con el cigarro en la boca. Otra diferencia con nosotros es que el campo está limpio y no tan churroso como el nuestro, donde los agricultores suelen amontonar trastos y bolsas de plástico. Aquí son limpios y ordenados.
Desayuno en El Milenario. Me gusta mucho, hago fotos como loco. El camarero me sube, por una escalera estrecha, a la sala de juegos, donde descansan dos mesas de billar tapadas, un futbolín de madera y un reloj de publi de un refresco bastante chulo. Me asomo por la ventana, un limpiabotas descansa en el largo.
Hace un día estupendo. El Milenario es como un casino de pueblo, con gente con gorra de esas de visera.
 Bajamos a la plaza de la Misericordia. Un perro bebe en la fuente. En una terraza al sol, pedimos unos galaos descafeinados. Justo enfrente, una de esas representaciones del viacrucis policromadas que dan más miedo que otra cosa. El Castelo es pequeño, una torre central rodeada de un muro. En San Miguel, iglesia románica con arcos simples y bonitos, hay una imagen del santo soldado de madera policromada, del siglo XIII. Vemos cosas bonitas de Paula Rego que no tienen mucho que ver con la expo del Reina Sofía. Oímos música en el café-concierto mientras nos tomamos un delicioso expreso con vistas al jardín.
Visitamos el Centro Cultural de Vilaflor, en un palacio del sigloXVII, que resulta ser la supernada llena de salas vacías, excepto en el jardín, lleno de parejitas escondidas.
En la terraza del bar Elvis, una sopa y un dibujo sin prisas. En la Alameda de San Dámaso, un paseo precioso, muchos abuelos en sus bancos rojos y unos servicios públicos preciosos y limpios. Una señora te da un papel por cincuenta céntimos; los abuelos no le dan nada. Salimos a las afueras para ver antiguos talleres, que me ponen.
En la pensión, la sonrisa de la señora nunca falla. Es más maja que las pesetas y los escudos juntos.
Cierta dificultad para cenar en intramuros, sólo la cervejaria Martins, en la Alameda de San Dámaso. Ideal para ver el fútbol. Está llena de bufandas y dejan fumar, aunque sólo una chica lo hace.