jueves, 31 de enero de 2019

miércoles, 30 de enero de 2019

capitalismo de sugar daddy

Estamos ante el regreso de una forma muy antigua de explotación, aunque está envuelta en un aura de novedad en la era de las aplicaciones y la digitalización. Pero eso es todo una superficie que recubre la realidad de la nueva economía, donde predominan las relaciones de la antigua, ya sea la servidumbre o el trabajo sin fin.

En el caso de las aplicaciones para "sugar daddies", si eres un hombre con dinero y poder, puedes ponerte en contacto con una mujer joven y guapa, que probablemente esté en la universidad y que necesite algún tipo de ayuda económica. Hay quien dice que estamos ante una forma de trabajo sexual pero que no precisa de pasar por la industria del sexo.

Es una metáfora de esa forma casual que está adoptando el trabajo en muchos ámbitos. Una "sugar baby" es, de facto, una trabajadora sexual. En los países en los que el trabajo sexual es legal, las trabajadoras sexuales están más o menos organizadas, existen organizaciones que las protegen en materia de remuneración, por ejemplo. Pero en la situación de una "sugar baby," el cliente puede pasar por encima de esa protección. Porque a ella ni siquiera se la considera una trabajadora.

Ella es una ciudadana media, del mismo modo que el conductor de Uber no es un taxista. Es un hombre que tiene ese trabajo a ratos. Este tipo de trabajos representan, en realidad, la desregulación del trabajo en el mundo occidental, algo que va acompañado de la reducción del peso de los sindicatos y de las protecciones del Estado. Al final, en estas relaciones de la nueva economía tienes a alguien con dinero y alguien que lo necesita, y no existe factores que sirvan de mediación entre la parte débil y la fuerte.

Esta es una de las grandes paradojas de la era de la digitalización, algoritmos y big data. Todo eso podría significar un paso adelante para el mundo laboral, pero los canales en los que se han implementado llevan a un retroceso. De hecho, estamos ante lo que yo llamo “barbarismo-binario”, que tiene más que ver con las primeras formas de capitalismo que existieron. En realidad, esa es nuestra situación, aunque, con un toque digital. 

Peter Fleming, escritor y profesor de la Universidad de Tecnología de Sídney

un brindis por lo pequeño



Quiero brindar por las pequeñas formas cinematográficas, las formas líricas, los poemas, las acuarelas, los ensayos, los bocetos, las postales, los arabescos, las letrillas y las bagatelas, y las pequeñas canciones en 8 mm. 
-Jonas Mekas en Manifiesto contra el centenario del cine, 1996

martes, 29 de enero de 2019

bares y cafeterías de ciudad real (22)

La Tapería Manchega, en la Pedrera baja, solo abre por las mañanas. Sus simpáticos dueños,
Omar y Paola, ponen desayunos y botellines de Mahou con tapas discretas de cocina por 1,40. Muy buen ambiente de barrio
.

De Maria's, bar aséptico en la Avenida de los Reyes Católicos.
Todo el mundo parece fuera de sitio.



Frente al Hospital General, el bar Antonios tiene mucha concurrencia de familias de enfermos
y algunas mujeres de luto. Tiene gran semejanza, pues, a un bar de estación.


Entrar en Los Polillas, en la calle Toledo, es como colarte en el salón de una casa privada
con olor a aceite rancio. Un local privado donde la familia te desprecia como si no exixtieras 

y se dedican solo al nieto. Está sucio y no tiene tapas. Mejor no ir.

El bar Las Tres Hermanas, en la Pedrera alta, es una bar ameno de barrio con tapas de cocina.
Hay gente que se pasa el día allí.
El Entretapas, en la avenida Reyes Católicos, está en un centro de ocio infantil y está todo lleno de críos chillones, bebés y parejas hablando de fútbol. Tiene mucho público y está calentito.
La Taberna Blanca, en la Pedrera Baja, tiene buen ambiente de barrio, todos los clientes se conocen, y una camarera agradable, Rosi, que te pone una caña con tapa de cocina por 1,50 euros.

En la taberna tienda Centro Degustación Jamón & Jamón, en la calle Ramón y Cajal,
tienen una buena colección de vinos, que te ponen con una tapa de jamón ibérico
o queso manchego. Lo malo es el ambiente pijotero cazador que uno tiene que aguantar.

El Seni, en la calle Toledo, junto a la antigua puerta de la muralla, es un bar alegre de barrio, de curritos, jubilados y camareros simpáticos (la pareja de dueños) que te ponen una jarra de cerveza San Miguel con una tapa caliente por 1,60 euros.

lunes, 28 de enero de 2019

superhéroes con problemas

Daniel Clowes en El Rayo Mortal, Reservoir Books, Barcelona 2013

pastoreo en venezuela

En el populismo no se concibe el espíritu individual como garantía de espíritu colectivo. Por eso necesita sus pastores, sus ganaderos y sus vendedores de muñeca pepona.

En nuestro país la guerra psicológica contra el chavismo ha reunido unas cuantas muestras. Ya las conocemos. Como era de esperar, en estos días han hecho declaraciones de apoyo a la maniobra financiada por Estados Unidos. Utilizan el lenguaje del mercado global en su propio beneficio para bendecir a los que asfixiaron comercialmente a Venezuela, a los que llevaron el hambre hasta las barrigas de un pueblo que ha salido a la calle; hombres y mujeres que parecen sonámbulos y que buscan a tientas el interruptor de la luz.

El hambre es una verdad y en Venezuela, además de una verdad, es una mercancía. Por eso, el capital, manejador de mercancía, financia el populismo de Guaidó, una tendencia que no distingue entre derecha e izquierda y que siempre va hacia la derecha, que es donde quedan los intereses del pastor.

sábado, 26 de enero de 2019

jueves, 24 de enero de 2019

abuso a las niñas deportistas de corea del sur

La comisión de derechos humanos de Corea del Sur planea entrevistar a posiblemente miles de atletas adultos y niños sobre una cultura de abuso en los deportes luego de que una ola de atletas se presentara para alegar que habían sido violadas o agredidas por sus entrenadores.

Los deportes competitivos de Corea del Sur en las últimas semanas se han visto afectados por un creciente movimiento MeToo, que destacó una cultura de entrenamiento brutal y relaciones altamente jerárquicas entre entrenadores y atletas. Comenzó con la dos veces campeóna olímpica de patinaje de velocidad en pista corta, Shim Suk-hee, acusando a su ex entrenador de violarla repetidamente desde que tenía 17 años. ahora está cumpliendo una condena de 10 meses de prisión para los atletas que atacan físicamente, incluido Shim.


Un grupo que representa a atletas de patinaje de velocidad dijo el lunes que había al menos cinco patinadoras más que decían que habían sido abusadas sexualmente por sus entrenadores masculinos, pero no revelaron sus nombres debido a preocupaciones de privacidad. Alentadas por Shim, las atletas femeninas de judo, taekwondo, fútbol y lucha también han acusado a sus entrenadores masculinos de acoso o agresión sexual desde entonces.

Los expertos dicen que el tratamiento abusivo de las atletas femeninas ha sido durante mucho tiempo un problema en los deportes de élite de Corea del Sur, que son dirigidos principalmente por hombres Los atletas a menudo no asisten a la escuela para competir en eventos deportivos y deben vivir en dormitorios, dando a los entrenadores un control dominante y dejando a los atletas sin educación y más vulnerables. Corea del Sur ha asociado durante mucho tiempo el orgullo nacional con los logros en los Juegos Olímpicos y otros eventos deportivos internacionales, dejando de lado siempre los problemas cuando los atletas tenían éxito.


"La violencia física y sexual en los deportes [surcoreanos] no ocurre de manera incidental, sino que se genera de manera consistente bajo una estructura", dijo el miércoles en una conferencia de prensa. "Una cultura que otorga medallas y otros premios a todo lo demás ha sido exonerar conductas violentas y esa violencia se ha asociado estrechamente con la violencia sexual que ocurre", dijo Park Hong-geun, un funcionario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

miércoles, 23 de enero de 2019

de la sierra de calatrava a la de puertollano

Camino de Belvis y La Alameda, desde el Castillo de Calatrava la Nueva.

martes, 22 de enero de 2019

la taberna blanca

Tiene algo de clandestino un bar donde no se ve la calle y nada se ve de dentro desde la calle. Tiene algo de arriesgado entrar en un sitio tan pequeño y tan blanco, y donde todos ya se conocen. Sin embargo, me he sentido bien, como de visita a una familia hospitalaria y amiga. Rosi me puso una fresca cerveza con un plato de guiso de asadura y cebolla, y todos dejaron que los dibujara como si nada. Pepe, Cristina, Ángela y Ana subidos a esas sillas artesanas. Me dejaron entrar un rato en su vida y yo, agradecido, lo viví como quien asiste a una buena obra de teatro.