Esta escultora ceramista de Orange, Essex, Nueva Jersey, nacida en 1953, empezó a exponer en grupo en 1998 en centros de arte de Nueva Jersey, y a partir de 2005, expondría en Nueva York, Kansas, Boston, Philadelphia y otras ciudades americanas. Trabaja sin igual las texturas sobre figuras antropomorfas deformadas, lo que les da un aspecto dolorido, quebrado, atacadas por los fenómenos atmosféricos, sacadas del fondo del océano o encontradas en un yacimiento. Lo curioso es cómo sus gestos han asumido ese paso del tiempo en circunstancias difíciles, como si fueran pequeños seres y la arqueología los hubiera rescatado aún con vida.
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