Icono del arte nouveau porteño, el edificio de Rivadavia y Callao se terminó en 1917, junto al Congreso, para convertirse, como Confitería del Molino, en sede de las tertulias de la política, el arte y el espectáculo en el siglo XX, con postres como el Leguisamo, que nació por petición de Carlos Gardel como homenaje a su jockey favorito, el Juana de Arco y el Imperial Ruso. En 1997, sus dueños tuvieron que cerrarlo por problemas económicos. En 2018 se procedió a su restauración por un equipo técnico de 100 restauradores de la Cámara de Diputados, 50 del Senado y seis asesores de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. Todos coordinados por la Comisión Bicameral Administradora del Edificio del Molino, integrada por diputados y legisladores, que se creó a principios de julio, al ser transferido el inmueble al Congreso de la Nación.
miércoles, 31 de mayo de 2023
confitería del molino, buenos aires
Icono del arte nouveau porteño, el edificio de Rivadavia y Callao se terminó en 1917, junto al Congreso, para convertirse, como Confitería del Molino, en sede de las tertulias de la política, el arte y el espectáculo en el siglo XX, con postres como el Leguisamo, que nació por petición de Carlos Gardel como homenaje a su jockey favorito, el Juana de Arco y el Imperial Ruso. En 1997, sus dueños tuvieron que cerrarlo por problemas económicos. En 2018 se procedió a su restauración por un equipo técnico de 100 restauradores de la Cámara de Diputados, 50 del Senado y seis asesores de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. Todos coordinados por la Comisión Bicameral Administradora del Edificio del Molino, integrada por diputados y legisladores, que se creó a principios de julio, al ser transferido el inmueble al Congreso de la Nación.
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