La mayoría de mis paseos son en solitario. Amo la soledad. La gente parece tener miedo a la soledad, pero la soledad es un superpoder cuando se usa bien. Solo, en tu sótano, genera anomia, pero en el mundo, moviéndose por el mundo, paso a paso, con un objetivo claro en mente, diría que una caminata en solitario durante la cual estás ocupado, prestando atención, con tu teléfono apagado, sin auriculares, sin podcasts, sin rutas de escape: es la forma más rápida de elevar a un ser humano. La soledad del sótano, aislada sin serendipia, estática, estancada, pegada con la cara en una pantalla, manipulada por los algoritmos, es la muerte del alma. Los solitarios caminan al aire libre, bajo el sol, la lluvia, la nieve, chocando con jinetes borrachos, amables jardineros, granjeros ensangrentados, mujeres golpeando colchones al anochecer,
Craig Mod (日本語版), escritor , fotógrafo y caminante.
La soledad del creador es algo que pocas personas pueden entender. Se necesita esa paz que nos entrega una caminata enfrentada con y en todos los sentidos. Ese tipo de soledad pura, auténtica, es capaz de conectarnos con la llamada inspiración.
ResponderEliminarAbrazos
Es cierto, Tatiana. Otro abrazo.
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