Es un bar reconvertido de las antiguas Bodegas Máximo, donde la gente venía a comer gambas con cerveza y que más tarde cayó en la ruina. Cuatro mujeres lo sacaron adelante en el año 2000 respetando aquellos elementos destacables de la antigua taberna. Ahora es un bar alegre lleno de guiris y modernos de pelo azul y falda. Mucha bohemia y cerveza bien tirada. A pesar de ser también restaurante, ponen tapas frías como fiambre y queso con carne de membrillo. El doble de cerveza con tapa cuesta 3 euros. Los miércoles por la noche hay actuaciones. Está en San Carlos esquina Olivar.
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