no dejes que brote
la nostalgia
en ese cuerpo lleno
de palabras que aún supuran
heridas y más heridas
llenan de cráteres tu piel
y un río salado escuece
como la memoria ajada
de los falsos días felices
sin memoria
no desandaremos los pasos
las yemas calcinadas
no encontrarán descanso
no volveremos atrás
en esa jungla de palabras viejas
llenas de moscas
no cruzaremos aquel río
ni salaremos las puntas
de nuestras lenguas llagadas
no sanaremos
no olvides las palabras
recubiertas de costras violeta
de viruela
de yodo
de sufrimiento eterno
comprenderás que no hay vuelta
que el agua fría y densa
de la noche nos envolverá
como un capullo que
jamás abrirá
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