En estos momentos se está preparando la mayor agresión contra el Valle de Alcudia en muchos siglos: se pretende transformar una gran parte del valle en una enorme macrocentral fotovoltaica.
Concretamente a día de hoy, aunque tememos que se presentarán aún más, hay en proceso de aprobación 18 proyectos. En total, 17 teóricas centrales fotovoltaicas, más los tendidos eléctricos de evacuación de la energía, aunque realmente, analizando los proyectos presentados, se trate de una única instalación. Los promotores, representantes de grandes empresas, utilizan la ya manida trampa de dividir un proyecto industrial en varias o en muchas partes para, de ese modo, burlar las leyes ambientales y que los “pequeños proyectos” “cuelen” más fácilmente en los procedimientos establecidos en la legislación. El proyecto que hay ahora “sobre la mesa”, de 945’07 MW de potencia total instalada, ocuparía una extensión de 2.828’79 Ha. (sin contar los tendidos eléctricos).
En cuanto a los responsables de esta barbaridad, no sólo están los promotores y propietarios de las fincas, sino que, más que ellos aún, están empujando los alcaldes de los municipios afectados: Brazatortas, Almodóvar, Hinojosas de Calatrava y Cabezarrubias del Puerto (a día de hoy). De forma incompresible, estos alcaldes que, con mucha frecuencia, hablan y postulan sobre la necesidad de desarrollar el Turismo Rural en esta comarca, ahora se desmarcan como abanderados de la destrucción del Valle de Alcudia.
Tampoco hay que olvidar, y esto es trascendental, que cuando se diseñó el parque, sin ningún criterio técnico/científico, se dejó fuera de sus límites una importante zona del valle, aproximadamente la mitad del mismo. Y ahora se ve cual fue la razón: la presión que ejercieron los alcaldes sobre los sucesivos gobiernos regionales, con vistas a eliminar barreras para este tipo de proyectos tan agresivos con la comarca. A pesar de nuestras peticiones al Gobierno Regional, no obtuvimos ninguna respuesta al por qué de fijar estos caprichosos límites, y tampoco a nuestra insistente petición de ampliar el parque a TODO el Valle de Alcudia, ya que, siendo una unidad geográfica e histórica, igualmente debería todo él estar protegido.
Aunque los promotores/alcaldes/consejeros, quieran confundir con el peregrino argumento de que las centrales no “pisan” literalmente suelo del parque natural, es evidente que estos proyectos deterioran gravemente el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Incluso algunas de las centrales fotovoltaicas se sitúan literalmente al borde del Río Tablillas que, a su vez, es el límite del parque. Visto con la necesaria sensatez, sentido común, y sensibilidad por el entorno natural e histórico, los proyectos en cuestión suponen la destrucción de buena parte de un espacio que, formal y oficialmente, la ciudadanía, y en su representación las autoridades competentes, hemos acordado proteger.
De llevarse a cabo la construcción de este enorme polígono industrial fotovoltaico, la primera víctima sería el propio Valle de Alcudia, con su naturaleza y su paisaje gravemente alterados para el presente y para el futuro. Pero también habría una segunda víctima: la población humana, sobre todo de las pequeñas localidades, que verían cómo se trunca la tan ansiada creación de puestos de trabajo asociados al turismo. Y aún habría otra tercera víctima: las que creen que este tipo de instalaciones fotovoltaicas generan muchos puestos de trabajo y encontrarían aquí uno para ellos. Decirles que esto dista mucho de ser real, y que los promotores y empresas acostumbran en los proyectos a inflar, pero mucho, las cifras de trabajadores estables, siendo realmente muchos menos de los anunciados.
El atentado que suponen estos proyectos no sólo se limita al impacto sobre la naturaleza y el paisaje, sino que a esto hay que sumar el corte de varios caminos públicos, entre ellos el histórico Camino Real de la Plata o de Toledo-Córdoba, o el hecho de bordear con la valla e instalaciones industriales varias vías pecuarias, con el consiguiente deterioro de un patrimonio que, legalmente, debería de ser protegido.
Desde Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia presentamos, en su día, alegaciones en contra de la primera andanada de proyectos (febrero-marzo 2020), y ante los dos nuevos proyectos presentados, los estamos estudiando concienzudamente y volveremos a presentar alegaciones en contra. Todo ello, a pesar de las fechas en que las administraciones presentan a información pública estos proyectos, casi siempre en época de vacaciones, con el claro objetivo de obstaculizar el trabajo de los colectivos que nos mostramos en contra.
Además, anunciamos a los ciudadanos que, desde ahora, comenzamos una amplia campaña en defensa del Valle de Alcudia y contra su transformación en un polígono industrial. En esta campaña queremos informar a la población de la comarca, y fuera de ella, de las consecuencias que tendrían estos proyectos, así como debatir y proponer las acciones convenientes para impedir que se lleven a cabo.
Vicente Luchena Rodríguez, de Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia
Tampoco hay que olvidar, y esto es trascendental, que cuando se diseñó el parque, sin ningún criterio técnico/científico, se dejó fuera de sus límites una importante zona del valle, aproximadamente la mitad del mismo. Y ahora se ve cual fue la razón: la presión que ejercieron los alcaldes sobre los sucesivos gobiernos regionales, con vistas a eliminar barreras para este tipo de proyectos tan agresivos con la comarca. A pesar de nuestras peticiones al Gobierno Regional, no obtuvimos ninguna respuesta al por qué de fijar estos caprichosos límites, y tampoco a nuestra insistente petición de ampliar el parque a TODO el Valle de Alcudia, ya que, siendo una unidad geográfica e histórica, igualmente debería todo él estar protegido.
Aunque los promotores/alcaldes/consejeros, quieran confundir con el peregrino argumento de que las centrales no “pisan” literalmente suelo del parque natural, es evidente que estos proyectos deterioran gravemente el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Incluso algunas de las centrales fotovoltaicas se sitúan literalmente al borde del Río Tablillas que, a su vez, es el límite del parque. Visto con la necesaria sensatez, sentido común, y sensibilidad por el entorno natural e histórico, los proyectos en cuestión suponen la destrucción de buena parte de un espacio que, formal y oficialmente, la ciudadanía, y en su representación las autoridades competentes, hemos acordado proteger.
De llevarse a cabo la construcción de este enorme polígono industrial fotovoltaico, la primera víctima sería el propio Valle de Alcudia, con su naturaleza y su paisaje gravemente alterados para el presente y para el futuro. Pero también habría una segunda víctima: la población humana, sobre todo de las pequeñas localidades, que verían cómo se trunca la tan ansiada creación de puestos de trabajo asociados al turismo. Y aún habría otra tercera víctima: las que creen que este tipo de instalaciones fotovoltaicas generan muchos puestos de trabajo y encontrarían aquí uno para ellos. Decirles que esto dista mucho de ser real, y que los promotores y empresas acostumbran en los proyectos a inflar, pero mucho, las cifras de trabajadores estables, siendo realmente muchos menos de los anunciados.
El atentado que suponen estos proyectos no sólo se limita al impacto sobre la naturaleza y el paisaje, sino que a esto hay que sumar el corte de varios caminos públicos, entre ellos el histórico Camino Real de la Plata o de Toledo-Córdoba, o el hecho de bordear con la valla e instalaciones industriales varias vías pecuarias, con el consiguiente deterioro de un patrimonio que, legalmente, debería de ser protegido.
Desde Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia presentamos, en su día, alegaciones en contra de la primera andanada de proyectos (febrero-marzo 2020), y ante los dos nuevos proyectos presentados, los estamos estudiando concienzudamente y volveremos a presentar alegaciones en contra. Todo ello, a pesar de las fechas en que las administraciones presentan a información pública estos proyectos, casi siempre en época de vacaciones, con el claro objetivo de obstaculizar el trabajo de los colectivos que nos mostramos en contra.
Además, anunciamos a los ciudadanos que, desde ahora, comenzamos una amplia campaña en defensa del Valle de Alcudia y contra su transformación en un polígono industrial. En esta campaña queremos informar a la población de la comarca, y fuera de ella, de las consecuencias que tendrían estos proyectos, así como debatir y proponer las acciones convenientes para impedir que se lleven a cabo.
Vicente Luchena Rodríguez, de Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia
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