el don del juego
Los adultos estamos tan ocupados, tan preocupados con nuestras agendas y tareas que no podemos disfrutar de la belleza frente a nuestros ojos. Los niños no necesitan que alguien les diga que disfruten de la vida. Son naturalmente curiosos. Encuentran lo que les gusta y lo hacen. Pero a medida que envejecemos, la mayoría de nosotros comienza a sentir la presión de ser "productivos". Nos sentimos culpables cuando nos tomamos el tiempo para disfrutar algo o paramos a jugar. La mayoría de los adultos ni siquiera saben lo que significa jugar. -Ken Shigematsu
Las obligaciones de un adulto son tantas que ha perdido su capacidad de jugar. La vida es esfuerzo, contención, equilibrio, sufrimiento asimilado como se pueda, conformidad, ¿cómo jugar como un niño? Solo hay algunos momentos en que nos unificamos con nosotros mismos y sentimos un cierto éxtasis, pero es momentáneo. Es absurdo creer que nuestra vida pudiera recuperar la agenda de un niño, pero yo lo he hecho, aunque esto es otra historia...
ResponderEliminarMi abuela decía que "si hay que madrugar ya no me divierte". Yo me divierto pintando y dibujando hasta perder la noción del tiempo. Gracias Joselu
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