Este pequeño café de Lavapiés, de la calle Tribulete, es el ideal para desayunar o pasar la tarde tranquilamente; aunque mejor dibujando que con el portátil, pues si usas este último te castigan contra la pared. De aspecto desconchado y muebles reciclados, una moda que trajo la
gente pez, reúne todos los requisitos de una cafetería moderna, entre los que incluyo un buen café, buen ambiente y buen servicio. Las camareras, súper simpáticas. Caro para el barrio.
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