Este clásico bar de Lavapiés, en Ave María con Esperanza, no ha hecho ni una sola concesión a las nuevas tendencias en el barrio a excepción de las tapas, pues ha optado por las aceitunas, y que ahora llama a los cortos
caña pequeña para diferenciarla de la caña de siempre, que ahora llaman
doble (¿doble el contenido de un botellín?). Los curritos toman bocatas baratos con agua y alguien pide una tila porque se bloquea con el coche. Las vitrinas para las tapas están vacías, acaso quedan unos churros secos que sobraron del desayuno. Esta caña y las aceitunas, 1,50 euros.
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