miércoles, 19 de febrero de 2020

bar la gloria















Situado en el Paseo de Extremadura número 147, en un pequeño chaflán entre dos calles, La Gloria es, sin duda, una de las tabernas más pequeñas de Madrid. No cabe ni una mesa, solo una pequeña barra en cuyo interior solo entra Cristina. Con cuatro clientes, la barra ya está llena. Tiene, detrás de una estantería, una pequeña cocina donde además está la cafetera.
Son sus parroquianos perdedores y castigados por la vida que aquí buscan refugio y una charleta amigable mientras toman un lingotazo de DYC. Abre a las 5:30h. de la mañana y cierra a las 2h. Trasnochadores y madrugadores se cruzan.
La cerveza es Cruzcampo, cuyo mejor producto es su sin alcohol de grifo. Tiene tortilla y tapas hechas en las vitrinas, pero yo me tomo un café por 1,30 euros.
En un concurso de la tele, un cliente, que aquí se zampa un sandwich diario, reconoce el cuadro sobre el que se pregunta. Es la mujer asomada a la ventada de Dalí, dice. Pero ese lo pintó en la cárcel, dice Yasmín. Al rato ella misma me promete unos colores que tiene en casa sin uso, para la próxima vez que vaya por allí a dibujar. El dibujo les parece bien, el cliente del sandwich piensa que debería usar el lápiz y, de paso, mejorar a alguna unos defectillos.

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