viernes, 22 de junio de 2018
tarde de fútbol en villanueva
Para dulcificar el madrugón de mañana, nos vamos a pasar la tarde y dormir a Villanueva de los Infantes, declarado Conjunto Histórico Nacional y único gran municipio de Valdepeñas a Albacete, del Campo de Montiel, y cabeza de la Orden de Santiago. Es esta zona una gran meseta que se eleva sobre La Mancha y que muere en la vega sobre la que discurría la vía romana Roma-Cádiz, de cuyas villas nacieron muchos de los pueblos y ermitas actuales, ya lindando con Sierra Morena, como Terrinches, Luciana, Ontavia... etc.
Es un pueblo bonito lleno de casas señoriales e iglesias de piedras rosadas. Caminamos por sus calles hasta descansar finalmente en su Plaza Mayor, de portales neoclásicos y balconadas de madera. Uno de sus lados lo ocupa la Iglesia de San Andrés con entrada principal herreriana y las demás renacentistas, nave única, capilla dedicada a Santo Tomás de Villanueva, pila bautismal en la base la torre, la cripta de los huesos de Quevedo, que murió aquí, y un púlpito flipante plateresco con parejas de animales del bestiario mágico.
Pilar nos pone de cenar en la terraza del bar La Plaza bajo los arcos rosados de medio punto y con el run run del partido España-Irán, en el que todos tenían una esperanza de golear, pero no resultó la cosa. Mientras dan patadas al balón damos otra vuelta recorriendo casonas de piedra con escudos nobiliarios, balcones historiados de forjados de hierro y canalones acabados en cabezas de dragones, profusamente dentados, de latón. Nos acostamos pronto, que mañana hay que madrugar.
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