Un día a la semana, los habitantes de Pego se reúnen en los salones preparados en tres o cuatro de sus bares a cenar. Es una fiesta popular que no admite excusas:
la Fiesta de Bucho e Tripas, una fiesta basada en la vieja tradición de la matanza del cerdo. Familias enteras y partidas de amigos buscan un hueco en sus mesas para comer estas partes del cerdo, con su sangre, cocidas en grandes calderos a la lumbre, y también chorizos, morcillas y demás productos de la matanza regados con vino. La reunión es una desmesura, una juerga tumultuosa y ruidosa donde todo el mundo comulga alegremente en la zampa.
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