domingo, 8 de abril de 2018
al otro lado del tajo
En la orilla sur del río Tajo está Rossio, digamos que la parte de Abrantes que realmente vive mirándolo. La situación geográfica estratégica de Abrantes, en el centro geográfico de Portugal, cruce de caminos y nudo de comunicaciones, y el hecho de que el río fuera navegable hasta Lisboa, hicieron que Abrantes fuera un puerto fluvial importante de transporte de mercancías de las tres regiones que aquí convergen. Hemos visto viejas fotos de barcazas cargadas de paja, cal o corcho, los productos más importantes de la zona. Hoy no queda ni una sola barca. Los únicos restos del puerto son los pilares que sujetaban los maderos del muelle que bajaba hasta el agua en que una serie de barcas creaban un puente que unía las dos orillas. En su lugar se ha construido una zona de ocio, Aquapolis, con un espacio demasiado importante para esas máquinas infectas que llamamos automóviles.
La llegada del ferrocarril sustituyó esta forma de transporte, acabando con muchos oficios que habían surgido del transporte fluvial como madereros o calafates y propiciando grandes industrias como la metalúrgica, aceite de oliva o derivados de los cereales. Los antiguos silos y naves industriales siguen en pie aunque de una manera fantasmal, dando al barrio el aspecto de decorado para aquellas películas obreristas sobre la revolución industrial. Solo vemos una empresa cuyas naves siguen limpias, pintadas y con obreros revoloteando: es la antigua almazara y fábrica de jabón de Vitor Guedes que ahora vende el aceite de oliva, vinagres, aceitunas y pasta de aceitunas Gallo. La marca está en español porque Vitor era de origen gallego.
Comemos otra vez en Sabores da Cascata, un sitio estupendo, con mirador, servicio excelente y un rico menú de ocho euros: una sopa de verduras (en realidad es una crema), un segundo de pescado o carne con diversas açordas y ensalada, un postre casero o fruta, vino y café. Aquí tenemos la comida y la cena pagada.
Como todas las tardes, no para de llover. Nos encerramos en casa, doy color y hago algunos dibujos. Cenamos fruta. La tele habla de Puigdemont y de Lula. Otra máquina infecta de nuestro tiempo.
Estupendos tu desenhos.
ResponderEliminarMe encató verte y hablar contigo otra vez. La dulzura portuguesa.
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