Tito Livio XXVIII 3 y 4
Sería pues, según el arqueólogo español J. Cabré, un saludo genuinamente ibero el que se utilizó posteriormente en todo el Imperio Romano como saludo tradicional. El conocido como “saludo romano”. Para los iberos era un gesto revestido de especial sacralidad, pues en los exvotos de los santuarios, ellos mismos se auto representaban, con frecuencia, saludando e invocando a las Divinidades en pie y efectuando el “saludo étnico” tradicional de su Pueblo. Los romanos no hicieron sino asimilarlo a sus propios usos y costumbres culturales. De hecho, los romanos se refieren a este como “Salutatio ibérica”.
Nacho en la curiosidad mató al hombre
Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros, publicado en el BOE nº. 257 del 14 de septiembre de 1945
Al iniciarse en 18 de Julio de 1936 el Movimiento Nacional, como exaltación espiritual de nuestra Patria ante el materialismo comunista que amenazaba destruirla, entre las fórmulas de expresión de vibrante entusiasmo de aquellos días surgió, frente al puño cerrado, símbolo de odio y de violencia que el comunismo levantaba, el saludo brazo en alto y con la palma de la mano abierta, de rancio abolengo ibérico, espontáneamente adoptado en pueblos y lugares; saludo que ya en los albores de nuestra Historia constituyó símbolo de paz y de amistad entre sus hombres.
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