Aunque de edad indeterminada, siempre pienso que son mucho más jóvenes de lo que parecen. Machacados por el sol, el frío, el tabaco y el alcohol, han envejecido prematuramente. Como en una obra de teatro, se mueven en su pequeño círculo, ignorando el mundo que les rodea. Ese mismo mundo que los ha ignorado. Están a un palmo de mí, pero no existo. Y no se debe a mi pretendida invisibilidad, no, es que vivo, con todo ese mogollón de humanos estúpidos que llaman ciudadanos, en un mundo paralelo.
Belíssimos
ResponderEliminarSão invisíveis para os demais, mas o desenho torna-os visíveis.
ResponderEliminarDesgraciadamente también los endulza. Nadie los dejaría entrar en su casa a que les manche el suelo de barro; si embargo sus dibujos entran bien por debajo de la puerta.
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