miércoles, 15 de noviembre de 2017
casi tocando el guernica
Lo que más me impresionó del Guernica de Picasso, cuando pudimos verlo por primera vez en España, fue la violencia de los brochazos, los chorreones de pintura, los intentos fallidos de grafito; es decir: la lucha del pintor por encontrar la obra, ligada a la conmoción del bombardeo. Toda esta fórmula imperfecta, inacabada, ha sido campo trillado de la pintura desde entonces hasta nuestros días. Todo aquello que no aparecía en las pequeñas reproducciones que colgaban en las paredes de los estudiantes progres, puede verse al detalle, cerca cerquísima, en la página web que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía dedica a esta gran obra y que ha llamado Repensar Guernica, en una sección flipante que denominan Guernica Gigapíxel. Merece la pena la visita.
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