Esto se debió a que la eliminación de aranceles para un tipo muy concreto de edulcorante, el jarabe de maíz de alta fructosa. Este endulzante, de peor calidad que otros y muy vinculado a la obesidad porque no sacia, se usa masivamente en la industria alimentaria de EE UU en todo tipo de comestibles ultraprocesados y bebidas azucaradas. Los investigadores explican que la reducción desproporcionada de aranceles entre 1994 y 1998 para este edulcorante provocó lo que llaman un efecto de sustitución peligrosa: cambiar un ingrediente por otro peor para la salud que repentinamente es mucho más barato. En este caso, el jarabe de maíz sustituía a azúcares de caña o remolacha, y que además se extendió por toda la dieta de los canadienses. Después de una década en la que el consumo de kilocalorías en edulcorantes se mantenía estable en torno a las 20 kcal de media entre los canadienses, justo a partir de 1994 se disparó su consumo hasta alcanzar las 63 kcal en 1998, cuando se produjo la última reducción arancelaria.
miércoles, 19 de julio de 2017
multinacionales venenosas abren mercados
El tratado que firmaron Canadá y EE UU en la década de 1990, el NAFTA, supuso que el consumo diario de calorías se triplicó entre los canadienses, la diabetes se duplicó y la obesidad se triplicó. "Nuestra investigación muestra cómo un cambio aparentemente pequeño y posiblemente discreto en los aranceles dentro de los acuerdos de libre comercio puede conducir a un cambio sustancial en las dietas de las personas, a su exposición a ingredientes peligrosos, con consecuencias sobre la obesidad y los efectos para la salud derivados", resume Pepita Barlow, economista de la salud del departamento de Sociología de Oxford.
A los especialistas en salud pública no les cabe duda de que son nocivos y se han posicionado en contra de este tipo de tratados argumentando, entre otras cosas, que reducen la capacidad de los estados de defender el interés de sus ciudadanos frente al de las empresas. Y este estudio consolida un campo de investigación que ya había identificado cambios en la dieta de poblaciones, y aumento de la obesidad, que coincide con la puesta en marcha de estos tratados y otras políticas de liberalización comercial. "Por ejemplo", explica Barlow, "nuestro análisis publicado a principios de este año identificó numerosos estudios en América Latina y en Vietnam que documentaron incrementos en el consumo de comida rápida, refrescos, azúcar, grasa y carne después de entrar en el comercio estadounidense".
En 2015, la Asociación Europea de Salud Pública (EUPHA, por sus siglas en inglés) se posicionó en contra del tratado TTIP que vinculaba a EE UU y a la UE al considerarlo una "amenaza contra la salud pública". Mencionaban riesgos para el precio de los medicamentos, pérdida de recursos de los países para compensar a las multinacionales, problemas en el etiquetado o maniobras interesadas de la industria del tabaco.
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