López Madrid y De la Joya con su abogado. |
Son desconocidos para el gran público, están protegidos por una policía paralela para multimillonarios y dirigen todos los resortes del poder económico, político y hasta judicial de España. Son la verdadera cúpula de poder que lo controla todo desde las sombras, a la que una fuente que los ha conocido de cerca califica como “el Círculo de Gstaad”. Y los audios de las grabaciones de la operación Lezo los están sacando a la luz, uno a uno, por primera vez.
El “Círculo de Gstaad” está formado por los que poseen casas en esa ciudad suiza, una estación invernal del Cantón de Berna donde van a esquiar desde hace muchos años los miembros de la "beautiful people" (gente guapa) que empezó a enriquecerse desorbitadamente en el entorno de los gobiernos de Felipe González y acabaron de convertirse en magnates gracias a las privatizaciones de José María Aznar. Todo ello, bajo el manto real de Juan Carlos I y, después, Felipe VI.
El arquetipo de esa "beautiful" es el empresario, y gran amigo del actual monarca, Javier López Madrid, imputado en el caso Lezo por transferir 1,4 millones de euros a una cuenta suiza, como pago por una comisión de la constructora OHL –propiedad de su suegro, Juan Miguel Villar Mir– a Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, hoy en prisión.
También están desde Ana Patricia Botín hasta otro de los más grandes: el actual presidente de Endesa, Borja Prado Eulate, hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal –quien fuera el administrador privado de Juan Carlos I y acabó condenado repetidamente por pelotazos de miles de millones de pesetas–, a quien el Gobierno González entregó el monopolio de todas las contrataciones de suministro de petróleo de los países del Golfo Pérsico.
Pero aún hay alguien más "beautiful" en Gstaad: el “superbeautiful “Adrián de la Joya Ruiz de Velasco, al que se conoce como “el residente local”; ya ciudadano suizo y una de cuyas empresas, Serena Digital, aparece citada por el extesorero del PP, Luis Bárcenas, ante el banco suizo Dresdner Bank donde guardaba 20 millones de euros. De la Joya también ha sido imputado en el caso Lezo porque la transferencia de López Madrid de 1,4 millones fue a parar a una de sus cuentas suizas. Interrogado por el juez Eloy Velasco, ha afirmado que no le entregó ese dinero a Ignacio González, sino que se lo quedó él mismo porque OHL le debía dinero.
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