domingo, 1 de enero de 2017
subida a la yezosa en fin de año
Después de la música, el alcohol y los abrazos, caminamos entre la niebla. Todo está cubierto de hielo blanco que cruje bajo las botas. Sólo hay siluetas de acuarela azul sobre la blanca mañana. A veces caen cristales. El gorro, la barba, se cubren de blanco.
En la subida pesa la música, el alcohol y los abrazos. Las siluetas se evaporan. Tranqui se acerca para ver si aún sigo aquí. No reunimos en la cumbre. Cálix saca su teléfono y se acera a ese árbol de hielo.
En la bajada usamos las viejas palabras. Hablamos de las cosas que han pasado, de los niños de la escuela. De esas pequeñas cosas colocadas una a una como los ladrillos de una casa. Una casa vieja y cubierta del hielo de otro año que pasa.
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