Esta compra de SAB Miller ha creado gran preocupación en países como Perú donde no existe una ley antimonopolio en defensa del ciudadano. SAB Miller es la propietaria de Backus, dueña de 11 de las 16 marcas de cervezas que se comercializan en el mercado: Cusqueña, Pilsen Callao, Cristal, Pilsen Trujillo, Pilsen Polar, Arequipeña, San Juan, Peroni, Miller MGD, Barena y Quara. Esta fusión la haría propietaria de prácticamente todas las marcas.
Así mismo el grupo cervecero canadiense-estadounidense Molson Coors, que elabora, comercializa y vende una cartera de marcas como Coors Light, Miller Lite, Molson Canadian, Carling, Staropramen y Blue Moon en América, Europa y Asia, se convierte en accionista mayoritario de la toledana Cervezas La Sagra, de Numancia de la Sagra, que elabora las cervezas Burro de Sancho, Cerveza Castellana, Madrí, Senador Volstead y Cordobeer. Molson Coors invertirá en sus instalaciones en esta población toledana y dará un empujón a su expansión nacional e internacional. También han llegado a un acuerdo por el que cede la distribución nacional de la marca Blue Moon Belgian White, la cerveza artesanal más vendida en el mundo.
Estos movimientos, aplicables a cualquier otro producto de consumo, explican la cada vez mayor brecha entre muy ricos y el resto y los cambios en los hábitos de consumo. Mi propuesta es beber vinos locales, que existen de todo tipo y calidades, y centrarse en las cervezas artesanales locales, que son mucho más ricas que ese líquido carbonatado que dispensan en los bares. El hecho de que las grandes multinacionales no entren en estos mercados se debe a que los márgenes son muy inferiores a los de la cerveza industrial. Lo que también significa que estás bebiendo un producto de mayor calidad por un precio más justo.
Estos movimientos, aplicables a cualquier otro producto de consumo, explican la cada vez mayor brecha entre muy ricos y el resto y los cambios en los hábitos de consumo. Mi propuesta es beber vinos locales, que existen de todo tipo y calidades, y centrarse en las cervezas artesanales locales, que son mucho más ricas que ese líquido carbonatado que dispensan en los bares. El hecho de que las grandes multinacionales no entren en estos mercados se debe a que los márgenes son muy inferiores a los de la cerveza industrial. Lo que también significa que estás bebiendo un producto de mayor calidad por un precio más justo.
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