La gran variedad de árboles y arbustos que contiene el Retiro de Madrid, con sus increíbles edades, hace de una caminata de otoño un asombroso paseo pictórico de verdes, amarillos, naranjas, marrones, morados y rojos. El ginkgo se pone de un amarillo violento. Y a él se acercan morales y moreras, álamos, almeces y algunos arces. El pruno se aclara. El roble americano se pone rojo y mantiene el color durante mucho tiempo. El cefalotejo mantiene el verde intenso, ofreciendo todo su veneno.
En este tiempo también es recomendable una visita a la Plaza de la Lealtad, la de la Bolsa de Madrid, donde ginkgos y robles americanos levantan sus mejores banderas.
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