Sueño que
Magín ha muerto. En su casa han puesto la parada de las viajeras. Ahora tiene una fachada curva que imita el hacer de un arquitecto holandés de los cincuenta. Hay un rótulo con una tipografía de palo que se estrecha en los trazos horizontales. Pone AISA, el nombre de la compañía de autobuses. El cobrador está calvo y tiene un poblado bigote. Habla con alguien en la puerta haciendo ambos volutas con el humo de sus cigarros mientras esperan la llegada del próximo vehículo.
Viaje a las montañas. 24 de julio de 1986
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