Con los últimos ecos del Scream de Siouxsie en las paredes de La Gramola se alza este café envejecido con telarañas de plástico, viejos muebles, radios, libros y un reloj de péndulo que ya no da las horas. Consigue el sabor rancio de las tertulias y la barroca aventura visual de una enorme buhardilla. Coros de muchachas con gafas dan su opinión repitiendo al pie de la letra las noticias del telediario. El café no es muy bueno, pero estamos bien.
Café Guridi, calle de La Libertad 6. Ciudad Real. También es restaurante.
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