En el
Bar Procopio de Lisboa, lo que antes llamaban
pub, en su punto álgido de decadencia, tomando unas copas con Rita, Eduardo y Javier y fumando esos cigarros estilizados de la primera y algún que otro trozo de habano, ocurrió que entre todos aquellos cachivaches empezaron a aparecer gnomos, relieves, esculturas y hologramas de Javier, Rita y algún Eduardo mal encadenado. Y yo, que soy amante del realismo sucio, no tuve más remedio de reflejallo. ¿Te atreverías a encontrar entre tanta línea oscura todos estos fenómenos paranormales?
Bar Procopio. Alto de San Francisco 21 (Jardim das Amoreiras) 1250·229 Lisboa
Bravo!
ResponderEliminarUma noite bem passada...
ResponderEliminarestuvo divertida
Eliminar