La peatonalización de Fuencarral supuso su transformación en un centro comercial, en este caso solo de ropa. La subida de lo precios de los alquileres, unida a la crisis, han hecho que los negocios vayan cambiando. En esta secuencia resumida de la que el arquitecto Jacobo Armero nos muestra en su blog, vemos cómo la famosa Ferretería Subero tiene que cerrar hasta convertirse en una tienda de cadena del grupo Cortefiel, que puede pagar una mensualidad de 30.000 euros, una pasada. Actualmente es el trozo de calle por el que no me apetece pasear, entre prisas, empujones y el mínimo interés de sus escaparates.
No hay comentarios:
Publicar un comentario