Mientras bicheamos por Venecia una imagen recurrente paseaba por nuestro cerebro: la ciudad inundándose hasta quedar bajo el agua, la aguja de alguna iglesia y la punta de la Torre del Orologio aún sobre la línea de flotación y, luego, la Atlántida surgiendo otra vez a la superficie.
Es la idea de la obra
Venezia, Venezia (2013) de
Alfredo Jaar.
Una piscina llena de agua de la laguna de la que cada 3 minutos una réplica de los Giardini de Venecia surge durante unos segundos y luego se hunde hacia abajo, como si una misteriosa civilización perdida y se levantaban de nuevo a la vida. Actualmente en el Pabellón de Chile en la Venice Biennale hasta el 24 de Noviembre.
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