Los recortes en servicios sanitarios en Estados Unidos han llegado a máximos históricos, para conseguir unos mínimos históricos en atención. Los enfermos mentales graves han acabado en centros penitenciarios del Estado para evitar que hagan daño, olvidando el tratamiento de su enfermedad. Los estudios clínicos han demostrado que un aislamiento prolongado solo consigue exacerbar su enfermedad.
El fotógrafo
Jenn Ackerman hizo este espeluznante reportaje titulado
Atrapado en la Unidad de Tratamiento Psiquiátrico Correccional del Estado Reformatorio de Kentucky como único testigo permitido.
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