En Irak y Afganistán, los Estados Unidos utilizaron bombas de racimo, uranio empobrecido, y el gas de fósforo blanco. Los botes de bombas de racimo contienen bombas pequeñas que se pueden esparcir sobre una vasta área. Se recogen sin explotar con frecuencia por los niños y entonces lo hacen, causando lesiones graves o la muerte. Las armas de uranio empobrecido (DU) propagan altos niveles de radiación a través de grandes extensiones de tierra. En Irak, se ha producido un fuerte incremento de leucemia y defectos de nacimiento, probablemente debido al uranio empobrecido. El gas de fósforo blanco funde la piel y produce quemaduras en el hueso. El Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (Ginebra IV) clasifica "causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar contra la integridad física o la salud" como una infracción grave, lo que constituye un crimen de guerra.
El uso de armas químicas, independientemente de la finalidad, es atroz, sin importar la justificación fingida. La utilización de un gobierno de este tipo de armas contra su propio pueblo es especialmente censurable. El secretario de Estado John Kerry dijo que el supuesto ataque de las fuerzas de Assad "desafía cualquier código moral" y debe "impactar la conciencia del mundo."
Sin embargo, EE.UU. ocupó militarmente más del 75% de la isla puertorriqueña de Vieques durante 60 años, tiempo durante el cual la Armada habitualmente practicó con el Agente Naranja, el uranio empobrecido, napalm y otras sustancias químicas tóxicas y metales como el TNT y el mercurio. Esto ocurrió en un par de kilómetros de la población civil que incluyó a miles de ciudadanos de EE.UU.. El pueblo de Vieques han vivido bajo el dominio colonial de los Estados Unidos hace ahora 115 años y sufren de problemas de salud terminales como altas tasas de cáncer, hipertensión, enfermedades respiratorias y de la piel e insuficiencia renal. Mientras el secretario Kerry pide rendición de cuentas por el gobierno de Assad, la Marina de los EE.UU. tiene que admitir y rendir cuentas por décadas de bombardeos y guerra bioquímica en Vieques.
Por Marjorie Cohn y Jeanne Mirer. Publicado ayer por Common Dreams.
Después de muchas protestas la Marina abandonó Vieques en 2003.
Después de muchas protestas la Marina abandonó Vieques en 2003.
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