viernes, 28 de diciembre de 2012

calatrava cerrada




Ya no puede visitarse la antigua ciudad islámica Qal'at Rabah (fortaleza de Rabah), la más septentrional del imperio almohade, junto al río Guadiana, del que bebía sus aguas, y paso obligado en el camino de Córdoba a Toledo. La Junta, que había apostado por los yacimientos arqueológicos de Alarcos (ciudad ibérica, castillo y muralla medieval) y Calatrava la Vieja, ha despedido a sus empleados, ha desmontado sus exposiciones y estudia pasar su explotación turística a manos privadas. Mientras se hace, todo permanece cerrado.

La primera vez que visité lo que se llamó Castillo de Calatrava la Vieja no era más que un cerro con unas cuantas ruinas irreconocibles. De la limpia meticulosa por arqueólogos y voluntarios de aquel cerro salieron un hermoso alcázar almohade, con un magnífico arco triunfal de acceso, el aljibe y la sala de recepciones, y el recinto amurallado con las iglesias templaria y de la Orden de Calatrava.

Puerta del Alcázar con su Arco Triunfal
Los monjes soldados de la Orden la abandonaron en el siglo XIII, al ampliar sus dominios, trasladándose a la impresionante fortaleza convento de Calatrava la Nueva, en el actual término municipal de Aldea del Rey. Finalmente lo abandonarían de mala manera, como cuenta Chueca: al dejar Calatrava, los mismos religiosos arrancaron sus puertas, desmantelaron gran parte de sus techos y destrozaron cuanto hallaron a las manos. Las malas pasiones, largo tiempo reprimidas, estallaron con furia cruel e inusitada y el pensamiento que agitaba sus volcánicas cabezas movía con furia sus brazos, era el arruinarle para siempre. Ya el terremoto de 1755 había causado graves daños en el castillo y a principios del siglo XIX se decide su traslado definitivo a Almagro. En 1803 se trasladó a la nueva sede de Almagro la Cajonería del Archivo y la Librería y sus estantenterías.

En los dibujos que hice en mi última visita pueden verse unas reconstrucciones de casas de la Medina, la coracha para la recogida del agua del Guadiana, la entrada a la Medina, la puerta del Alcázar con su Arco Triunfal, la sala de audiencias del siglo XI, de doscientos diez metros cuadrados, y el ábside de la iglesia calatrava. Realizados con los mayores admiración y asombro por el trabajo realizado en un montón de piedras.

Calatrava a vista de dron

2 comentarios:

  1. Há uma música do Zeca Afonso que diz: "eles comem tudo e não deixam nada...". Agora pode-se dizer: "Eles privatizam tudo...". Em Espanha como em Portugal. Abraço

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  2. Desgraciadamente así es. Nosotros decíamos: "menos mal que nos queda Portugal" recordando a Siniestro Total. Saludos.

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