martes, 31 de julio de 2012
viaje a canadá en 1998
En 1998, hicimos un viaje a Canadá que yo tenía largamente soñado. Siempre he sido un amante de los trenes, hasta que se inventó el de alta velocidad, donde la gente va sentada como en un autobús cómodo. VIA, la compañía nacional de trenes, tenía un tren (el Trans Canadian West Pacific) que recorría el país desde Toronto hasta Vancouver, con literas y camarotes, vagones panorámicos, restaurante y sala de lectura. Era un tren precioso de diseño americano de los cincuenta, rehabilitado, de acero inoxidable ondulado y forma de tubo (puede verse en la ilustración de la izquierda sacada de un anuncio de la época). Algunos vagones tenían un segundo piso con una cúpula de cañón acristalada. Una nave espacial de aquellas películas de ficción de los cincuenta. Una maravilla.
El proyecto era ir a Toronto en avión, allí visitar el Lago Ontario y las Cataratas del Niágara, en la frontera con los USA. Coger el tren hasta Jasper, con las paradas reglamentarias, y allí pasar una semana visitando las Montañas Rocosas. Y otra vez en tren hasta Vancouver. Quince días. Cinco estados: Ontario, Manitoba, Saskatchewan, Alberta y British Columbia.
En ese momento, Ana y Beni tenían que volver a España. Yo me quedaría otros quince días recorriendo Vancouver e Isla Vancouver, cruzando el Estrecho de Georgia en barco.
Hubo que comprar los billetes con tiempo, pues el tramo de las Rocosas estaba muy solicitado. Fue un viaje caro, ya que el camarote del tren, para dos personas, nos costó 575.000 pesetas (y la litera 290.000).
El viaje empezó el 1 de Agosto. En estos días trataré de recuperarlo. He de avisar de que apenas si dibujé.
Llevo unos días sin pasearme por aquí y ahora estaba leyendo de atrás a delante. Acabo de ver que este es el principio de tu viaje canadiense. Ahora volveré a leer en sentido correcto. Como me gusta lo que cuentas...
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