sábado, 14 de julio de 2012
camino de santiago: de laredo a güemes
Tengo algunas dificultades con Internet, lo que me retrasa en el desayuno, y me quedo solo. Tengo que apretar bastante en el paseo marítimo, al soletón, para por fin pillarlos en el Puntal de Laredo, en el embarcadero de la barcaza para Santoña. Un jubilado charlatán los tiene entretenidos. Cruzamos Santoña por sus plazas céntricas y luego la prisión de El Dueso. En la puerta, una placa homenajea a los presos que malvivieron aquí en los últimos cien años (1907-2007). Subimos después un camino de cabras que ha puesto el jefe para marearos entre las playas de Berria y Trengandín, en la Bahía de Vizcaya. Valde se da una costalada, pero las matas lo amortiguan y no pasa nada. La playa es larguísima, la gente se dedica a pasear en la zona húmeda de la arena. Es en la última parte donde florecen las sombrillas.
En Noja almorzamos unas rabas y anchoas con pimientos, con mucha cerveza. Me quedo dibujando la playa mientras Don Eucalipto se baña. Los demás parten. Desde aquí abandonamos la costa. Caminamos hacia el interior saltando de un hermoso valle a otro mejor. Sobre demasiado asfalto. Parada en la Iglesia de San Pedro en Castillo Siete Villas, de Artuero, una iglesia tosca con contrafuertes, torre con escalera de caracol y un pequeño atrio en la entrada. Al lado, una acacia gigante, un cementerio pequeño y una impresionante encina.
Llegamos a San Miguel de Meruelo (19 kms.) y atravesamos el río Campiazo por el bonito puente de Solorga , en el valle de Meruelo, a la sombra de grandes alisos. Subimos la última cuesta, antes de bajar a valle de Güemes, otro verde valle de oscuros de eucaliptos y pinos, comidos por prados más amarillentos y reflectantes, agunos paños azules de jóvenes eucaliptos y casas de piedra y blancas con los tejados rojos. Puntitos de color de las hortensias, buganvillas y el amarillo de las flores del castaño. Comemos malamente en el camping Los Molinos y, cuando ya los niños del camping se hacen insoportables, bajamos a Güemes (27,5 kms.) bajo una manta de agua súbita como galerna.
Llegamos empapados a la Posada del Ángel, una bonita casa rural como recién hecha, sin vida. La señora nos mete la ropa en la lavadora, mientras bebemos y cenamos sopa, filete y sandía en La Terraza. Todos los vecinos están empeñados en vendernos el famoso albergue del padre Peuto La cabaña del abuelo Peuto, con sesenta plazas,habitaciones, seis inhodoros, seis duchas y cena y desayuno por la voluntad. Pensamos que porque el páter ha hecho creer que el pueblo heredará su mansión. Nosotros nos quedamos aquí, haciendo chirriar las maderas, recogiendo nuestra ropa ya seca y durmiendo en camas matrimoniales, como nuevas parejas.
¿Cuándo tienes previsto llegar a Santiago?. Voy a estar cerca a partir del 19, sería un placer parlodibujar y regarlo con un buen albariño. Te acerco el libro de DVCC
ResponderEliminarOh Clara, lo nuestro es imposible! Mi camino termina en Cantabria, en casa de un amigo. Nos podría nos haber enseñado cuadernos y anécdotas. Sé feliz.
Eliminar... será para otra, a lo mejor coincidimos algún día en algún camino. Cuando vaya a Madrid pruebo suerte a ver si te pillo por ahí.
ResponderEliminarSeamos lo felices que nos dejen, que si a mano viene a esto también le subirán el IVA