miércoles, 7 de marzo de 2012
diario de colón : 3er viaje : cinco de agosto
Determiné ir a la isla de Gracia, levanté las andas y di las velas de la dicha punta del Arenal, donde surgido estava, y porque aquella angostura no era más de dos leguas, porque de una parte la Trinidad y de la otra tierra firme, salía el agua dulce muy corriente; vino de hacia la del Arenal, de la isla de la Trinidad, una tan grande corriente, por la parte del sur, como pujante avenida, con tan grande estruendo y ruido, que a todos espantó, del cual no pensaron escapar y, el mar que viniendo por contrario que se levantó la mar haziendo una gran loma y muy alta, la cual levantó la nao y púsola encima de la loma, cosa que jamás ni oí ni vide, y al otro navío alçó las anclas, que aún devía de tener alçadas, y echó lo más a la mar y con las velas anduvo hasta que salió de la dicha loma. Aun tengo el miedo en el cuerpo, que no me trabucó la nao cuando llegó debaxo d'ella.
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