sábado, 7 de enero de 2012
diario de colón : 2º viaje : mayo
Me dixeron cómo allí delante hera Magón, en la cual provinçia toda la gente tenía cola y que a esta causa yo los hallaría todos bestidos; y no es ansí, mas estos desnudos hordenaron esto de aquellos que andan cubiertos, burlando de aquellos que andan bestidos.
No fallava fondo. Todo de golpe entré en una mar blanca como leche y espesa como el agua en que los çurradores adovan los cueros, y luego faltó el agua y quedé en dos brazas de fondo. Allí surgí y estuve con grande pena, pensando me sería forçoso dexar mi empresa.
Un ballestero que avía caçado se halló entre muchos indios que, según él dixo, serían bien treinta, y qu'el uno d'ellos traía túnica blanca hasta los pies, y que se halló tan de súpito sobre él, que pensó que era un fraile de la Trinidad que yo traía; y después vinieron a él otros dos con túnicas blancas que llegaban debajo de la rodilla, los cuales eran tan blancos como nosotros en la color. Entonces él ubo miedo y dio bozes huyendo a la mar. Vio que los otros se descubrieron y que aquel de la túnica complida venía tras él llamándole, y qu'él nunca escuchó, sino fuyendo se tornó a las barcas y me hizo relaçión d'esto.
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